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Ciudadanos

Operación para 'resetear' a Marí

Ciudadanos ralentiza el posible relevo del portavoz por temor al impacto que supondría la demolición del grupo en las Corts - El coordinador Argüeso media con el síndic para reconducir la crisis, pese a que parte del grupo exige su cabeza

Operación para 'resetear' a Marí

La decisión anunciada en privado por varios diputados de Ciudadanos en las Corts de marcharse al grupo de no adscritos si la dirección del partido en la Comunitat Valenciana precipita el recambio del síndic, Alexis Marí, ha obligado al aparato de la formación a poner el freno a un plan ya trazado.

Pese a que varios diputados críticos con el síndic insisten en pedir su cabeza, por lo que consideran continuas salidas de tono del portavoz al secundar las críticas a la estrategia de Albert Rivera que realiza la eurodiputada Carolina Punset (con la que el sábado contrajo matrimonio civil) la operación relevo ha entrado en un impasse.

El partido teme el impacto que la demolición del grupo parlamentario, con el pase de diputados al grupo de no adscritos, supondría para una marca que se presenta como la nueva política, que busca afianzar su proyecto y que asegura aspirar al Gobierno en 2019. La dirección valenciana de Ciudadanos, de la que no forma parte ni Marí ni ninguno de sus afines, tenía decidido a la vuelta del congreso nacional de este fin de semana ajustar cuentas con el síndic. Incluso hay un sector del grupo que está dispuesto a abrir de par en par las puertas a quien quiera marcharse a los no adscritos porque creen que el grupo no se resentirá.

Pero ayer mismo Marí comió a solas con el delegado territorial en la Comunitat Valenciana, Emilio Argüeso. En principio, el encuentro iba servir para que Argüeso trasladará al portavoz las decisiones adoptadas en Madrid durante el fin de semana, cónclave al que no acudió el síndic, que se casó ese día.

Pero en el partido aseguran que Argüeso, que también se verá en los próximos días con otro de los críticos, el diputado provincial José Enrique Aguar, tenía el encargo de tratar de reconducir a Marí e intentar rebajar la tensión interna, de llegar a una entente en la que todos cedan para evitar el estallido del grupo. Las fuentes aseguran que el partido no quiere perder diputados y prefieren ver lo ocurrido con Marí y Punset como un conflicto en clave precongresual, que también ocurre en otros partidos, y que pasado el cónclave acaba por reconducirse. Aunque la paz absoluta será casi imposible en el grupo, admiten, porque las diferencias ideológicas y la nula sintonía personal son muy evidentes entre sus integrantes. El recambio en el grupo debería aprobarlo el grupo, pero no lo hará sin el aval de Madrid. «Aquí somos fieles a Madrid, no como otros que van por libre», aseguraba ayer uno de los diputados embarcados en el posible recambio del síndic.

Ni Argüeso ni Marí quisieron comentar ayer detalles sobre ese encuentro, pero fuentes conocedoras apuntan que el delegado territorial, que también es diputado, iba a tratar de «resetear» a Marí.

El propio portavoz también ha hecho gestos para rebajar la tensión. En las últimas horas ha hablado con diputados críticos como Emigdio Tormo, según ha sabido este diario. Tormo, como el propio Marí o el subdelegado territorial en la provincia de Valencia, Juan Córdoba, tienen pasado en el PP.

Ayer mismo, en la comparencia posterior a la junta de síndics en las Corts, Marí acudió acompañado de una de las diputadas que se alinea en el sector contrario, Merche Ventura, a quien el propio síndic felicitó por su inclusión en el consejo general de Ciudadanos constituido este fin de semana.

Ventura anunció una ofensiva de C's contra el decreto de plurilingüismo del Consell. La diputada dijo que su grupo quiere que decidan los padres el valenciano que tienen que recibir sus hijos y reclamó la intervención del Gobierno. En esto hay sintonía en C's.

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