La investigación policial sobre la muerte a tiros hace 61 días de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la CAM, Vicente Sala, ha concluido que uno de sus yernos, Miguel López Pérez, empuñó presuntamente la pistola con la que disparó en la cabeza a su suegra, de 72 años, cuando se subía a su coche en el lavadero del negocio de automoción de Alicante que administra el hijo político de la víctima.

El yerno de Mª Carmen, que posee licencia de armas y practica tiro olímpico, fue detenido a primera hora de la mañana de ayer por la Policía Nacional cuando se disponía a salir de la finca de Alicante donde reside con su familia. Los investigadores estuvieron durante cinco horas registrando e inspeccionando su chalet en busca de pruebas relacionadas con el crimen y, además de su domicilio, la Policía también acudió al despacho de Miguel López en Novocar, el negocio de vehículos usados del que es administrador. Poco después de las dos de la tarde fue recluido en la Comisaría Provincial, donde permanecerá hasta mañana, cuando presumiblemente será puesto a disposición del juez que ha dirigido la investigación abierta tras el asesinato, el pasado 9 de diciembre.

Aunque la prueba de la parafina que detecta restos de pólvora en la piel fue negativa -el uso de guantes puede alterar los resultados-, el yerno ha sido detenido como presunto autor material tras recabar diferentes indicios que le señalan como presunto culpable. La Policía no descarta nuevas detenciones en función del desarrollo de la investigación, según anunció ayer el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues.

El móvil que presuntamente desencadenó el crimen parece tenerlo claro la Policía y podría ser el enfrentamiento en la familia Sala y la lucha abierta por controlar el poder después de que María del Carmen Martínez decidiera nombrar a su hijo Vicente heredero y que intentara sin éxito transmitirle la acción de oro que le legó su marido, la cual le otorgaba el poder de decisión en las empresas de la familia.

Sobre las ocho de la mañana se personaron en la finca de la familia Sala, situada en la avenida de Dénia, un amplio número de agentes de la Unidad de Delincuencia Violenta y Especializada (UDEV) de la Brigada Provincial de Policía Judicial y de la Brigada de Policía Científica, dispositivo al que se sumaron posteriormente efectivos de la Brigada de Seguridad Ciudadana para blindar los accesos y evitar que los medios de comunicación captaran imágenes del registro y del detenido. La Policía procedió a su arresto a las 8.15 horas y pasadas las nueve de la mañana se desplazó al chalet al secretario del juzgado de Instrucción número 7 de Alicante, donde se instruyen las diligencias. En ese momento comenzó oficialmente el registro, que se prolongó hasta casi la una y media.

En la casa y el lugar del crimen

Mientras la Policía revisaba a fondo el domicilio del yerno de la viuda de Sala, en el negocio de automoción Novocar que dirige el detenido también se desplegaron agentes de paisano y uniformados, igual que en otra empresa de alquiler de coches -Solmar-.

A esta última no trasladaron al detenido, pero a las instalaciones de Novocar donde mataron a María del Carmen, sí. Allí llegaron sobre las 13.45 horas varios vehículos camuflados, con el detenido en uno de ellos, y media docena de agentes en moto escoltando a la comitiva. El coche con el detenido fue introducido en la sala de exposiciones para tratar de evitar que le fotografiaran. Sin embargo, desde fuera se pudo observar cómo Miguel López caminó esposado por el local, custodiado por la Policía. Le subieron a su despacho y apenas estuvieron allí quince minutos, sin que haya trascendido si se intervino algún ordenador u otro objeto que pueda ser de interés para el esclarecimiento del crimen.

Tampoco han trascendido muchos detalles sobre las pruebas recabadas en la vivienda del detenido, aunque parece que la pistola que segó la vida de María del Carmen no ha sido encontrada por la Policía. Sí fueron intervenidas varias armas cortas y largas que Miguel tiene registradas y licencia para utilizarlas.

Miguel López afrontó en aparente estado de tranquilidad sus primeras horas como detenido. Desde primera hora de la tarde fue recluido en los calabozos de la Comisaría Provincial, una vez se le hizo la reseña de huellas dactilares y fotografías por parte de la Policía Científica, como se hace con cada persona que no está fichada y es detenida por vez primera. El abogado del detenido estuvo presente en los registros.

La Policía ha barajado desde un principio la hipótesis del yerno como supuesto implicado, sin descartar otras líneas de investigación que apuntaban a un sicario enviado desde Sudamérica por alguna venganza relacionada con los negocios que la familia Sala tiene en Sudamérica y México.