El dolor por el repentino fallecimiento del alcireño Ernesto Guerrero el pasado sábado cuando jugaba al fútbol sala en Llaurí también ha alcanzado a la Facultat de Química de la Universitat de València, donde este joven de 21 años estudiaba el cuarto y último curso del Grado de Química. «Estamos todos muy afectados, sobre todo sus compañeros de clase, pues era un chico muy bonico, muy agradable y educado, una buena persona a la que quería todo el mundo en la facultad», cuenta una de las docentes que ha dado clases a Ernesto y que califica su inesperado adiós como «una desgracia».

La Facultat de Química, a petición de los alumnos, convocó el lunes un minuto de silencio en memoria del estudiante. A las 12 del mediodía paró toda la facultad y una multitud de alumnos, profesores y Personal de Administración y Servicios (PAS) se sumó al dolor por la pérdida de este alumno tan querido llenando la plaza central del campus de Burjassot.

Además, la Facultat de Química suspendió todas las clases de la tarde del martes para facilitar que compañeros y profesores pudieran asistir al funeral en Alzira. Tanto la facultad como los alumnos compartieron el duelo con la familia con sendas coronas de flores.