La junta directiva del PPCV celebrada ayer 24 horas después del cónclave nacional sentó ayer las bases del proceso de primarias para elegir su nueva dirección en el Congreso Regional, que tendrá lugar los días 1 y 2 de abril, y que por primera vez en la historia dará voz y voto a toda la militancia. La decisión marca una antes y un después en una formación acostumbrada al «dedazo» y que hasta ahora se regía por un proceso de votación en la que sólo participaban compromisarios en su mayoría controlados por el aparato.

Los nuevos estatutos aprobados este fin de semana en el Congreso Nacional del PP acababan con este sistema e introducían el de doble vuelta, que da también voz a las bases, pero que deja la última palabra para los delegados. El PP de Isabel Bonig arrancó a Génova una ventana para que el principio un militante, un voto no se desvirtue. Y ayer, Bonig, cumplió su compromiso presentando ante el partido un sistema, inédito hasta ahora, que en principio asegura a todos los afiliados participar en su votación. Eso sí, para ejercer el derecho a voto, los militantes tendrán que inscribirse y estar al día de sus cuotas. La regional dará un plazo para que regularicen su situación, de tal forma que antes del 28 de marzo tendrán que demostrar que han abonado todas las cuotas de 2016 mediante transferencia bancaria, como marca la nueva ley de financiación de partidos.

Esa puesta al día de un partido que presume de tener más de 150.000 militantes, pero cuyos censos están desactualizados, es uno de los retos de estas primarias con las que Bonig espera consolidar su liderazgo y quitarse la espina de estar en el puesto por una decisión digital. Será, de rebote, una fuente de recursos para las agrupaciones.

La vía valenciana de primarias es en realidad una adaptación a la doble vuelta ideada por Fernando Martínez Maíllo. Así, el día 13 de marzo los militantes podrán elegir entre los precandidatos que se presenten. Sólo con presentar 99 avales y estar al día de las cuotas cualquiera podrá hacerlo. La votación será presencial en las sedes de las agrupaciones locales. Como marcan los estatutos, el aspirante que no alcance el 10% de los votos quedara fuera de la carrera y quien tenga el 50% de los votos en dos provincias y lleve 15 puntos de distancia respecto al segundo será el único candidato. Es decir, aplicado a la práctica, el 14 de marzo (se dan 24 horas de margen para reclamaciones), Bonig será proclamada candidata oficial. Salvo el exdirigente de Nuevas Generaciones, José Luis Bayo, dispuesto a presentarse aunque carece de opciones, ningún referente ha dado el paso para batirse con ella.

Y como establece el nuevo reglamento habrá una segundo sufragio ya los días del congreso; que el PPCV abrirá de nuevo a todos los militantes inscritos como compromisarios. Ese día la candidata desvelará sus equipos y volverán a someterse al examen de las urnas.

El segundo desafío por tanto es la logística ya que es difícil hacer previsiones de cuánta gente querrá participar, tanto en la primera votación como en la segunda. Y aquí la situación se vuelve esquizofrénica. Bonig aspira una movilización aplastante en la primera votación (para legitimarse y sacar pecho ante la izquierda), pero el partido confía en esquivar una avalancha el día del cónclave. La lógica es que muchos militantes, sobre todo los que viven más alejados de Valencia, se conformen con votar una vez. Si no es así, la regional tendrá que improvisar. De momento, ya ha reservado el Palacio de Congresos.