Muchos de los facultativos que actualmente ocupan una jefatura de servicio o sección en los hospitales valencianos ven con «cierto temor» el proceso de regularización abierto por la Conselleria de Sanidad para poner orden en unos nombramientos temporales que, en la gran mayoría de casos, no se han evaluado en los últimos veinte años pese a que lo marca la ley.

Así lo reconoció el secretario general del sindicato médico CESM, Andrés Cánovas, que mantuvo que la administración «solo está aplicando la normativa y ahí no tenemos nada que decir», pero sí en el hecho de que estas evaluaciones de los jefes, marcadas cada cuatro años, no se vinieran realizando de manera habitual.

«Lo que se tenía que haber hecho es cumplir con la legislación cuando tocara. Ahora, ¿cómo van a valorar a una persona que lleva ejerciendo el cargo 20 años?, no tiene ningún sentido», aseguró ayer al tiempo que reconoció que sí hay «cierto temor» entre el colectivo a que esta regularización se convierta en una purga «y de repente se abra la veda».

Tal como ayer avanzó Levante-EMV, el proceso de regularización ha empezado por los hospitales de Alicante con la convocatoria de 32 jefes de servicio y sección para que en el plazo de un mes presenten su currículum y una memoria sobre el funcionamiento y organización de sus áreas en los últimos cuatro años y propuestas de futuro. Sanidad confirmó que estas convocatorias se extenderán a las tres provincias para «poner orden» en un colectivo sobre el que no se estaba aplicando la ley, aprobada en 2003 por el PP con Serafín Castellano a la cabeza.

Contra los abusos de poder

De todas maneras, Cánovas aseguró que están de acuerdo en que estas evaluaciones se generalicen y se mantengan en el tiempo aunque duda de que sirvan de algo a la hora de acabar con las prácticas irregulares denunciadas en hospitales como el Clínico o la Fe sobre presuntos abusos de poder y amenazas para evitar que personas seleccionadas a través de la bolsa de empleo entraran a formar parte de los equipos de ciertos jefes de servicio y sección.

«No sé si servirá de algo en este sentido», aseguró Cánovas que volvió a condenar estas prácticas que ahora están siendo investigadas en los tribunales.

El proceso de regularización trata de poner orden en el colectivo antes de que entre en vigor el nuevo decreto de selección y provisión de plazas del personal estatutario impulsado por el nuevo Consell en el que se mantiene este examen cada cuatro años y se añade la obligación de que los aspirantes a las jefaturas abandonen sus trabajos privados al acceder al puesto.

Desde el CESM apuntaron ayer que, tras consultar con el director de Recursos Humanos, Justo Herrera, éste les había notificado que la intervención de Hacienda les había urgido a hacer la regularización «con rapidez pues en muchos casos se han acumulado nombramientos provisionales de hasta 20 o más años sin que se hayan llevado a cabo dichas evaluaciones y podría poner en peligro incluso el abono de las nóminas», cuestión que Cánovas puso en duda y animó a denunciar si sucedía. Por lo pronto el sindicato ha pedido que Sanidad amplíe el plazo de un mes dado a los jefes para presentar el dossier sobre su trabajo.