La absolución de Alfonso Grau en el caso Nóos no finiquita sus problemas con la justicia. El exvicealcalde de València sigue imputado en otras dos causas que se investigan en los juzgados de València. La situación más delicada del antiguo hombre de confianza de Rita Barberá en el Ayuntamiento de València es la del caso Taula. Grau no está investigado por el presunto pitufeo ya que su dimisión por el caso Nóos en marzo de 2015 impidió que entregara la donación de 1.000 euros, presuntamente devuelta a los 49 concejales, asesores y exediles investigados en dos billetes de 500 euros.

Aunque el juez y la Fiscalía Anticorrupción decidieron imputarlo el pasado mes de septiembre, tras confirmar que el grupo municipal del PP de Valencia recibía donaciones anónimas, prohibidas por ley y por el propio partido, y cargaba los gastos electorales a una cuenta opaca a la fiscalización obligatoria del Tribunal de Cuentas. Grau fue el coordinador general de las campañas electorales de 2011 y 2015 (aunque en esta última sólo participó en los preparativos) y también era una una de las cuatro personas autorizadas en la cuenta opaca del grupo municipal que investiga la justicia.

La situación judicial de Grau puede agravarse aún más cuando se levante el secreto del sumario de la subpieza abierta por la presunta financiación ilegal del PP en las elecciones de 2007, en las que Grau también dirigió la campaña, supuestamente pagada ilegalmente con fondos aportados por empresas y contratistas del Ayuntamiento de València.

Por último, el Juzgado de Instrucción 19 de Valencia y la Fiscalía Anticorrupción también investigan a Alfonso Grau por cohecho y blanqueo de capitales al recibir dos relojes de un contratista, que habría cambiado por otros más caros y abonado la diferencia en metálico.