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La Administración electrónica

El corazón de la bestia

La Administración electrónica avanza de manera silenciosa en la Generalitat: más de 100.000 viajes a ventanilla se han ahorrado este año gracias a nuevas aplicaciones digitales que revolucionan la relación

El director general de Tecnologías de la Información enseña el Centro de Proceso de Datos. vicent m. pastor

Cables, botones, luces, interruptores, clavijas, enchufes, rumor, ventilación, calor. Es el cerebro de la Generalitat, el corazón de la Administración electrónica. Es como Hal 9000, la supercomputadora de la película 2001: Una odisea del espacio. O como el Gran Hermano de Orwell que todo lo sabía de sus administrados. O como la Deep Blue, la supercomputadora que derrotó al primer campeón mundial de ajedrez (Gary Kaspárov, en 1996). Se llama CPD: Centro de Proceso de Datos. Uno de los tres existentes se esconde en la antigua cárcel Modelo de València. Su padre, el director general de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones es Vicent Aguiló. Y antes de perderse en reflexiones y disquisiciones sobre la Administración digital que avanza a grandes pasos y que está transformando el día a día de funcionarios y ciudadanos, da cuenta de unos pocos datos que reflejan la medida del gran salto digital.

Desde que la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico aprobó en abril de 2016 el Plan de Transformación Digital de la Generalitat, el uso de la tramitación telemática ha aumentado un 30%, con cerca de cinco millones de tramitaciones en casi un año. Los pagos online con la Administración se han incrementado en un 57%, con más de 5.000 pagos realizados. El uso de la carpeta ciudadana (área de usuarios de la Generalitat donde cada persona tiene acceso a sus datos y a sus trámites electrónicos, ya sean pagos, subvenciones, notificaciones) ha crecido cerca de un 80%; el mes pasado se habilitó su acceso desde móviles y tabletas. El uso de la firma electrónica dentro de la Administración (se va acabando el cuño y la firma manual, desaparece el documento en papel) se ha multiplicado por 175 en menos de un año: ha pasado de una media cercana a las 400 firmas a más de 70.000 mensuales. Y un ejemplo muy visual: la presentación electrónica de solicitudes con documentación ha aumentado un 191% en el último año: 100.000 personas menos se han tenido que desplazar a la ventanilla y han presentado sus documentos por internet.

Los datos no se acaban. Pero antes vale la pena destacar un hecho. Hasta hace poco, todas aquellas empresas o autónomos que facturaban a la Generalitat y que tenían pendiente el cobro de sus trabajos tenían un número de teléfono para ver qué había de lo suyo. Si la factura estaba contabilizada, a punto de ser pagada o en qué momento de la tramitación se hallaba. Ahora lo pueden mirar por internet. No se queda en el limbo su duda, dice Vicent Aguiló. La plataforma de Facturación Electrónica registra alrededor de 600.000 facturas anuales, con un 85 % de presentación electrónica de recibos.

Hay unas 2.000 aplicaciones para gestionar asuntos relacionados con la Administración autonómica. Todo está cambiando. Cada día más ciudadanos piden una cita con su centro de salud a través de internet y saben la lista de espera de su intervención quirúrgica. O conciertan turno con el Registro Civil sin hacer colas. O piden una subvención y miran la evolución del trámite solo a golpe de clic. O renuevan desde la cama un libro de su biblioteca municipal. O realizan el proceso de contratación con la Generalitat. O gestionan la adjudicación de plazas escolares para sus hijos. O docentes y padres que se comunican a través del Módulo Docente 2.0 o la Web Familia 2.0. O un caso muy implantado y desconocido: mediante la aplicación Cbase, para la tramitación de solicitudes de reconocimiento del grado de minusvalía, se ha gestionado cerca de 23.000 solicitudes y 35.000 valoraciones en 2016 (330.000 beneficiarios). Algo similar ha ocurrido con las ayudas de la dependencia. La mayoría se han realizado ya con firma digital, sin esperar cuño y firma manual. El documento se imprime ya con el certificado del órgano. Se gana en rapidez, en eficiencia. Y en otra cuestión que pone de relieve el padre del Hal autonómico: se gana en transparencia absoluta. «Cuando los procesos son digitales, sin papeles por medio, hay una trazabilidad que permite revisar todo el procedimiento. Ahí figura el día y la hora de cada paso. Se identifican todos los procesos. Así es más difícil el ´a ver cómo está lo mío´ o el ´adelántamelo´. Todo deja rastro», destaca Vicent Aguiló.

«No digitalizar la inoperancia»

Hay otro aspecto en esta revolución digital que pretende transformar la Administración autonómica de aquí a 2018. «No queremos digitalizar la inoperancia y la ineficiencia. Y por eso estamos revisando todos los procedimientos administrativos: contratación, subvenciones, quejas, registro electrónico, revisión documental, procesos sancionadores, gestión económica. Todo lo estamos revisando y tratando de hacer más simple, eficiente y ágil», señala el director general de TIC.

La maquinaria de la Administración electrónica es casi invisible, pero sus cifras asustan. La Generalitat gestiona en torno a 1.500 servidores informáticos. De ellos, solo un 5 % son físicos; el resto son servidores virtuales. La capacidad de almacenamiento actual asombra: está formada por diez cabinas de discos con 3 PB (un petabyte es algo más de mil millones de megabytes, MB), lo que equivale a guardar 1.500 millones de páginas de texto impreso, a almacenar 40 años de vídeo en alta definición, o a la programación global de radio en el año 2002. El objetivo es aumentar la capacidad actual a los 5 PB.

Los peligros son igual de voluminosos. El escudo de seguridad digital de la Administración contra ataques informáticos se llama Centro de Seguridad TIC de la Comunitat Valenciana. Cada día procesa una media diaria de 300.000 alertas, ha gestionado 6.000 incidentes de seguridad y 130 de ellos han revestido un nivel máximo de criticidad.

Todo ello está tras el clic de la Administración electrónica. Con cables, clavijas, botones. Una odisea para el mundo de la ventanilla, los manguitos y el vuelva usted mañana.

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