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Entrevista

Vicente Betoret: "Estoy convencido del apoyo de Bonig y me dejaré la piel para que sea presidenta"

«La solución en València es tender puentes; la unidad es nuestro principal tesoro» - «Aparentemente la política hace más amigos, en realidad, más enemigos»

Betoret, en la sede del PPCV. Fernando Bustamante

¿Qué balance hace del congreso nacional del fin de semana?

En términos generales podemos estar satisfechos. Muchas de las enmiendas trasladadas han sido aceptadas, por ejemplo, la que hablaba del valenciano como idioma propio o la defensa de la concertada y la financiación. Y luego la presidenta Bonig ha tenido capacidad de situar en el comité ejecutivo nacional a un grupo de personas, entre los que tengo la fortuna de encontrarme. Eso es bueno para la provincia y para la Comunitat.

Su nombramiento ha sido interpretado como un espaldarazo a su intención de seguir al frente de la provincia. ¿Lo ve así?

Es un refuerzo al PP de la Comunitat en general y también a la figura de Bonig, que será sin duda la próxima presidenta regional.

¿Tenía el respaldo de Bonig para entrar como vocal? ¿Le ha felicitado?

Sí, claro, el mismo día. Ella siempre me ha apoyado y yo lo siento así. Esto es así porque ella lo ha peleado, de otra manera no habría sido posible.

¿Cuál es su relación con Bonig?

Tenemos una muy buena relación. Situaciones como esta, lo evidencian.

Rajoy dejó claro el pasado fin de semana que no quería congresos de confrontación ni peleas internas. ¿Usted ya ha izado la bandera blanca?

Aquí no ha habido otra cosa que no sea bandera blanca. El resto de partidos políticos están sumidos en crisis profundas. Todos tienen problemas, excepto nosotros. Nuestro gran tesoro es la unidad. Rajoy puso énfasis en esa cuestión porque a nivel nacional ocurre lo mismo que en la C. Valenciana. La ciudadanía busca partidos capaces de entenderse entre ellos. El mensaje de Rajoy responde a que es consciente de que en tiempos de dificultad, los ciudadanos valoran la unidad, la sensatez, el trabajo conjunto y no estar discutiendo sobre nosotros mismos.

Usted ha tenido una diferencia de criterio con Bonig respecto a la líneas rojas contra la corrupción. Los estatutos nacionales mantienen que la raya está en la condena. ¿Le dan la razón?

Este debate tiene más un interés mediático que social. Es un tema que no tiene trascendencia, a la gente no le interesa demasiado, está más preocupada por los problemas de la Comunitat.

Pero en su partido esto sí ha generado un debate y un problema con numerosos imputados que han tenido que abandonar sus cargos. ¿Sigue pensando que la línea roja debe desplazarse?

Este es un tema superado, sobre el que no tiene sentido pronunciarse, porque, ya le digo, que no interesa a nadie.

Hace unos meses usted estuvo en el foco mediático precisamente porque su nombre salió en la investigación de Taula. ¿Cómo vivió esos momentos?

Por una parte, con tranquilidad porque sé que no había hecho nada que no se pueda hacer, pero en cualquier caso, ver tu nombre manchado, salpicado por determinados asuntos, no es agradable. Y lo que a uno le preocupa es la familia, que es la que más lo sufre. En todo caso es un tema que afortunadamente se ha aclarado y gracias a Dios seguimos adelante y trabajando por conseguir mejoras para los ciudadanos.

¿Se sintió solo?

No, porque al final hay mucha gente que te llama para darte su apoyo, gente que te conoce y que sabe el trabajo que has hecho. Eso te reconforta. Yo soy una persona que me he dedicado siempre de una manera honesta a la gestión.

¿Cuándo cree que el PPCV podrá escapar de la mancha de la corrupción?

Al final, eso es algo que no no nos debe de afectar, la justicia tiene sus tiempos y nosotros nos tenemos que dedicar a intentar volver a recuperar al electorado que nos votó, centrarnos en hacer un partido cada vez más fuerte, en tener los mejores candidatos y en mejorar resultados. Los datos de las pasadas elecciones son esperanzadores porque nos dan una mejora de entre el 7 y el 8%, en todos los municipios. Lo demás no depende de nosotros.

¿Le parece excesiva la pena de cárcel a la expresidenta de las Corts, Milagrosa Martínez?

No valoro situaciones judiciales.

El PP de la provincia de València lleva casi dos años horribilis: la caída de Alfonso Rus, la pérdida de poder, Taula. ¿Cómo cree que se han asimilado estos golpes?

Haber ganado las elecciones en la mayoría de los municipios, en las Corts pero no poder gobernar es un golpe muy duro. Luego todas esas situaciones con la Justicia profundizan en la herida. Pero el partido en la provincia ha demostrado algo que en psicología llaman resiliencia, que es la capacidad de reponerse de un golpe y salir reforzados. Después de todo lo que nos pasó, en diciembre mejoramos los resultados; luego vino Taula y, sin embargo, en junio mejoramos los resultados de diciembre. Hemos sido capaces de sobreponernos a dos situaciones muy complicadas.

¿Comparte que los liderazgos muy personalistas en política son nocivos porque cuando caen se desmorona todo?

No lo sé. Depende de cada partido y de cada momento. No siempre es así de forma matemática.

Usted tuvo una relación muy próxima con Alfonso Rus. ¿Cómo vivió su caída?

Son cosas que disgustan, pero al final no estamos aquí para valorar las cosas desde el punto de vista personal sino político. Y políticamente fue una situación de crisis que había que superar y lo hemos hecho.

¿La política hace más enemigos que amigos?

Aparentemente más amigos, realmente más enemigos.

València, ciudad. La herida sigue abierta con unos concejales imputados y suspendidos de militancia y con una gestora. ¿Cuál es su fórmula para reconstruir esta situación?

La solución a ese y al resto de problemas es tender puentes, diálogo, intentar encontrar puntos de coincidencia. Estamos todos en el mismo partido y somos compañeros. Al final lo que hay que encontrar es aquello que nos acerca y desechar lo que nos separa. Es la clave, no sólo en la ciudad de València, sino en toda organización.

¿Cómo valora el trabajo de la gestora y de su presidente, Luis Santamaría?

Fenomenal. Es una situación complicada y mantener el partido unido es difícil. Y Luis y quienes le acompañan están haciendo un trabajo para acercar posiciones y recomponer la situación.

¿Considera a Santamaría un buen alcaldable?

Eso no es competencia mía, lo tendrá que decidir otra persona.

¿Por qué quiere seguir al frente de la provincia?

Después de atravesar y vivir situaciones muy difíciles, he conservado la ilusión de mantener fuerte y unido el partido. Tenemos muchas cosas que decir en la gestión pública de las instituciones y ayuntamientos, mucho que aportar a la vida de los valencianos y creo que tengo capacidad, fuerza, ilusión y las ganas que se necesitan para liderar esa recuperación y volver a situar el partido en el gobierno de las distintas instituciones. Mi vocación es mejorar la vida de las personas y es un reto, estando donde estamos, recuperar los ayuntamientos y situar a Bonig en el sillón de presidenta de la Generalitat y así cumplir con un nuevo hito: convertirla en la primera mujer presidenta de la Generalitat. Eso me ilusiona y me pienso dejar la piel para que sea así.

¿Y tiene el apoyo de Bonig?

Estoy absolutamente convencido de que sí. Ella, en alguna entrevista, lo ha dicho de forma literal: ‘yo siempre he apoyado a Vicente’.

¿Teme tener rivales?

Este es un partido abierto y entraría dentro de la normalidad democrática. Si lo hay bien y si no, pues también.

Hay un nombre que ya suena, el de su compañera Mari Carmen Contelles.

e hablado con ella, pero no de ese tema. Si se quiere presentar no hay ningún problema.

¿Qué nivel de fortaleza ve en Bonig para el próximo congreso regional?

Isabel ha demostrado que, en los peores momentos, cuando hay otros que lo que tendrían ganas es de salir corriendo, da la cara, mantiene la tropa unida y consigue que la gente aguante y salga reforzada. Gracias a su trabajo el partido tiene la salud que tiene en estos momentos.

¿Estar en el núcleo duro de Rajoy es un imposible? ¿Sigue habiendo un cordón sanitario por los casos de corrupción?

En absoluto. Somos ocho miembros en el comité ejecutivo nacional. Es un número importante, la segunda comunidad después de Andalucía con más miembros. Es para estar satisfechos.

¿Aplicará también en su congreso provincial la fórmula de primarias de la regional, es decir, que todos los militantes puedan ser compromisarios?

No hemos hablado de eso todavía. Estamos en el regional.

Pero, ¿le gustaría que a usted le eligieran los militantes, que ellos tuvieran la última palabra?

Siempre ha sido así. Lo hagamos como lo hagamos, daremos la mayor participación posible.

¿Está a favor de la limitación de mandatos?

Tiene virtudes, que nadie se perpetúe en los cargos y haya una rotación, pero también dificultades. Si limitamos los mandatos podemos no tener el mejor candidato o puede que no haya gente nueva. Es un asunto que debemos debatir en profundidad.

¿Y la no acumulación de cargos?

Hay un debate abierto y no hay una posición fijada.

En el congreso nacional se han debatido temas sensibles como el aborto, la custodia compartida o la regulación de los vientres de alquiler. ¿Dónde está usted ideológicamente: en posiciones más progresistas o más conservadoras?

Pues mire, en la gestación subrogada tenía una posición muy clara antes del congreso, pero después de escuchar a unos enmendantes y otros, me he dado cuenta de que no tengo la información suficiente para situarme en un lado o en otro. El PP agrupa a liberales, democristianos, conservadores. Me identifico como liberal conservador.

¿El PPCV debe evolucionar en su discurso valencianista, debe seguir agitando la bandera y la lengua?

Es un debate que está en la calle pese a que algunos quieran silenciarlo diciendo que es algo que no está de moda. Estaba abierto, pero con la llegada del gobierno del Titanic y sus decisiones en torno a la lengua, se ha puesto plena actualidad.

¿El electorado de Ciudadanos es objetivo del PP?

Hemos de preocuparnos de nosotros y cada uno en su casa que se ocupe de lo suyo. En el PP dependemos de nosotros mismos, no de los demás.

¿Cuál es para usted el peor error del bipartito?

Es muy complicado porque han generado problemas donde no había, en el modelo sanitario, en el económico, en el educativo. Y no lo han resuelto. Lo difícil es encontrar alguna conselleria donde no hayan armado un lío.

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