Una jornada decisiva que muchos no quieren perderse, a pesar de la distancia. Ayer, unos 12,8 millones de ecuatorianos estaban llamados a elegir al sucesor del presidente Rafael Correa. En la C. Valenciana, la cita era en el polideportivo de la Universitat Politècnica de València, donde podían votar 16.356 ecuatorianos vecinos de València y Castelló. Otros, unos 6.631, debían acudir al colegio electoral instalado en la Universidad de Alicante. El Cónsul de Ecuador en Valencia, Gabriel Monje, calculó al cierre de las urnas que entre 5.000 y 6.000 ecuatorianos habían votado en la UPV, un 34 % del censo.

Arturo Jácomer fue a votar sobre las 10 horas, con la esperanza de un cambio de gobierno. Más tarde, a mediodía, lo hizo Ruth Durán. «He venido, he averiguado qué debía hacer y he votado sin ningún problema», explicaba. Ella, que lleva 12 años en España, le pide al nuevo presidente «que mire por el país».

Ramiro Burbano notaba ayer mucha más afluencia que en otros comicios. «Hay bastante acogida. Veo un ambiente fabuloso porque la gente tiene el ánimo de participar en algo muy decisivo para el país». Él creía que el resultado iba a estar «dividido», pero aventuraba que ganará Lenin Moreno, quien fue vicepresidente de Correa. «No estoy de acuerdo al 100 % con el actual presidente, pero ha hecho muchas cosas en beneficio de todos, especialmente de los emigrantes. Es muy buena persona y muy humanista», matizó Ramiro, vecino de Valencia desde hace 17 años.

«Es importante venir a votar», manifestó María Aguachela, que se acercó a la UPV con su hija. La mujer, que llegó hace 20 años, reivindicó que los emigrantes ecuatorianos «tenemos algo que decir» en los comicios, porque «nuestra familia está allá».

Gabriel Monje apuntó que la jornada transcurría «sin ningún incidente», excepto que algunos ciudadanos no constaban como inscritos en el consulado y no podían votar. Asimismo, aclaró que a diferencia de los residentes en Ecuador, en el extranjero el voto no es obligatorio.

«Es una fiesta democrática y cívica y un proceso totalmente transparente», por el que velaban «102 miembros de la Junta receptora del voto, nombrados por el Consejo Nacional Electoral de Ecuador», destacó el cónsul. Además, también ayudaban en la organización 15 voluntarios, como Jéssica Alexandra, estudiante de Ingeniería Civil, que no quiso perder la oportunidad.

Los ecuatorianos votaban asambleístas nacionales, del exterior, presidente, vicepresidente, el Parlamento Andino y una consulta popular para prohibir a los «servidores públicos» tener bienes en paraísos fiscales. Al cierre de esta edición se llevaba a cabo el recuento de votos.