La seguridad de las Corts llegó a considerar el miércoles que la integridad de la consellera de Vivienda y Territorio, María José Salvador, estaba en peligro y decidió escoltarla a la salida del tenso pleno celebrado en las Corts cuando fue increpada por varios de los asistentes. El jefe de la seguridad del Parlamento decidió personalmente acompañarla hasta su domicilio, ya que tras el altercado los ánimos aún estaban caldeados.

Mientras, el presidente de las Corts, Enric Morera, anunció ayer a los portavoces de los grupos parlamentarios que llevará a la Fiscalía los incidentes. Morera tiene intención de trasladar los informes policiales del servicio de seguridad a la Fiscalía, junto a otros documentos, como el vídeo de la sesión, para que se abra una investigación. Los hechos ocurrieron, como ayer informó Levante-EMV, pasadas las siete de la tarde, cuando algunos invitados al pleno profirieron insultos a Salvador, llegaron a interrumpir el pleno y mostraron después gran resistencia a abandonar la zona destinada a invitados en el hemiciclo, además de agredir al director general Luis Ferrando.

El incidente se produjo durante la intervención de la consellera sobre el Plan de Acción Territorial de Infraestructura Verde del Litoral (Pativel), cuando un grupo de vecinos de Alcalà de Xivert, invitados por el PP, interrumpió la sesión a gritos. Morera recordó ayer que, según el artículo 497 del Código Penal, incurrirán en pena de prisión de seis meses a un año quienes, sin ser miembros de cámaras legislativas, perturben gravemente el orden de sus sesiones. Además, el presidente de las Corts asegura que a partir de ahora se mirará con mayor rigor el listado de invitados para vigilar que no haya grupos organizados que perturben la sesión.

Mientras, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, rechazó lo ocurrido y llamó al grupo «que ha sustentado intelectualmente esta cuestión a adoptar medidas», en referencia al PP.

Por su parte, la portavoz del PP, Isabel Bonig, se sumó a la repulsa del incidente, aunque llamó a hacer lo mismo con el que se vio inmerso el diputado Alfredo Castelló y destapó que ella misma recibe amenazas de muerte y se vio sometida a escraches cuando fue consellera, que nadie condenó.