Los responsables de las unidades de Oncología Pediátrica de hospitales como La Fe o el General de Alicante han demandado a la Conselleria de Sanidad que ponga en marcha en la Comunitat Valenciana protocolos específicos para tratar a los jóvenes y adultos que han superado un cáncer cuando eran niños y ahora deben afrontar sus secuelas.

La solicitud, pendiente de respuesta desde hace unos meses, propone adoptar las guías de seguimiento a largo plazo para estas personas que desarrolló en 2004 el Children's Oncology Group y que han traducido -con autorización de esta organización- los responsables de la Unidad de Oncología Pediátrica del Hospital General de Alicante.

«El objetivo es que cada uno de estos supervivientes y, gracias a estas guías, pueda contar con unas recomendaciones de vida y de seguimiento para identificar de forma precoz los posibles efectos secundarios por el tratamiento recibido y actuar así de la mejor manera posible. Estas guías, elaboradas en Estados Unidos, «nos permiten abordarlo», explica el jefe de sección de esta unidad, el oncólogo pediátrico Carlos Esquembre.

Se calcula que en la Comunitat Valenciana hay cerca de un millar de personas de hasta 26 años que siendo niños o adolescentes pasaron por un proceso oncológico. Por encima de esa edad habrá más. Se trata de un colectivo de personas con necesidades especiales en el ámbito sanitario ya que, según explican los expertos, están expuestos a los efectos secundarios a largo plazo de aquellos tratamientos que, en su día, les salvaron la vida.

Tienen, por ejemplo, más riesgo de padecer problemas de salud crónicos, «hospitalizaciones, aumento de mortalidad general y por segundos tumores, aceleración de envejecimiento o disfunciones neuropsicológicas?». En general «van a tener problemas tanto en su calidad como en su cantidad de vida. Los oncólogos somos conscientes de ello hace mucho tiempo», explica Esquembre. «Sabemos que los tratamientos que se aplican de niño pueden hacer mucho daño porque tienen una toxicidad alta pero hay que darlos. Ahora nos vemos en la obligación de cerrar el circuito», abunda.

Según cifras de la Conselleria de Sanidad, anualmente se diagnostican en la Comunitat Valenciana entre 170 y 190 nuevos casos de cáncer infantil. Las tasas de supervivencia frente a los tumores pediátricos han aumentado considerablemente en los últimos 30 años -hasta un 20 %- y el porcentaje de niños que logra superar la enfermedad se sitúa de media en el 80 % aunque con grandes diferencias según los tipos de tumores.

A todos ellos se les sigue visitando en las unidades de Oncología Pediátrica, aunque a los 10 años de remisión completa del cáncer se les da de alta y pasan directamente a los equipos de Atención Primaria. «La adopción de estas guías sería de gran ayuda ya que facilitaría que cada especialista diseñara unas recomendaciones básicas para cada uno de estos supervivientes que orientaran a los médicos de familia sobre qué problemas pueden aparecer, y cuándo, y poder prevenir», añade Esquembre.