El Ministerio de Fomento y el Gobierno vasco cerraron ayer un acuerdo político y técnico para el acceso soterrado de la alta velocidad a las tres capitales vascas que permitirá la plena integración del ferrocarril y de las estaciones en las ciudades. El acuerdo, cuyos costes no quiso concretar el ministro Íñigo de la Serna pero que se ha estimado en 800 millones de euros, supone un avance indiscutible para estas ciudades, en especial para Bilbao y Vitoria, cuyos centros urbanos se verán liberados de la playa de vías. Una operación que Valencia lleva tres décadas reivindicando y que actualmente está en proceso de revisión por parte del Ministerio de Fomento para abaratar costes.

La operación ferroviaria y urbanística del Parque Central tiene muchas similitudes con las que Fomento promueve en las ciudades vascas, en especial en Bilbao donde el soterramiento de la playa de vías liberará más de 90.000 m2 de suelo en pleno centro de la ciudad y donde está prevista la construcción de 1.500 viviendas, un parque, una zona deportiva y una gran plaza. La premisa de Fomento es obtener el «máximo aprovechamiento urbanístico» para reducir la inversión pública, según De la Serna.

La nueva estación de Bilbao será intermodal y soterrada en dos niveles como la que César Portela diseñó para Valencia y que Fomento ha aparcado en un cajón para rediseñarla con un solo nivel para abaratar costes. El Govern de la Nau reivindica, hasta ahora sin demasiado éxito, el convenio de 2003 firmado por la Generalitat, el Ayuntamiento, Fomento y Adif para impulsar el Parque Central que contemplaba la Estación Central, intermodal y soterrada, el túnel pasante y el canal de acceso. Parte de la operación, que liberaba suelo para un parque de 260.000 m2, se pagaba con aprovechamientos urbanísticos, en concreto, con cuatro rascacielos en las esquinas del parque. El ayuntamiento del «cap i casal» desconfía de las soluciones descafeinadas para el Parque Central pero está dispuesto a estudiar las propuestas de abaratamiento siempre que no supongan mermas en el parque.

El acuerdo entre Fomento y el Gobierno vasco para las estaciones vascas cuenta, en palabras del ministro, con un «alto nivel de concreción» técnica. En Bilbao prevé el soterramiento de la playa de vías y la estación de Abando. En Donostia-San Sebastián se construirá una estación intermodal integrada con la estación actual, con la terminal de autobuses y con el edificio de Tabakalera. En Vitoria-Gazteiz, se busca una solución definitiva de accesos, que en todo caso contempla el soterramiento de la red ferroviaria que atraviesa el centro.

De la Serna y la consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, escenificaron ayer el acuerdo en Madrid, en una reunión a la que acudieron los alcaldes de las tres ciudades vascas. El ministro calificó ayer el acuerdo como «un paso de gigante» para que la alta velocidad llegue al País Vasco, aunque evitó dar un un calendario concreto porque se trataba de dar el pistoletazo administrativo de salida de los proyectos.

El Tren de Alta Velocidad (TAV) Vasco, también denominado la «Y vasca», comenzó a construirse en octubre de 2006 tras el acuerdo de financiación firmado entre Fomento y el Gobierno vasco, con un montante presupuestario inicial de 4.178 millones de euros, del que el Ejecutivo vasco asumiría el 40% descontándolo de su aportación al cupo. Con la crisis y los recortes el AVE vasco también se atascó, sin embargo, ahora recibe el impulso definitivo, mientras en Valencia se sigue a la espera de la Estación Central, soterrada e intermodal, que sustituirá a la provisional, cuya vida útil caducó hace años.

El AVE vasco tiene trece tramos finalizados, diecinueve en ejecución, cinco adjudicados y a la espera de inicio, y siete sin sacar a licitación, entre los que están los que implican la entrada en las capitales que ahora reciben el impulso de Fomento.

Reducir los costes sin mermar el parque

Con la operación ferroviaria y urbanística del Parque Central, Valencia liberará 230.000 m² de suelo para un gran parque urbano, con cuatro rascacielos en las esquinas y un nuevo bulevar (García Lorca) con 5.700 viviendas. El parque permitirá conectar los barrios históricamente separados por las vías y se financiaría en parte, según el convenio suscrito con Fomento en 2003, con el aprovechamiento del suelo. El coste de la operación Parque Central, cifrado inicialmente en 800 millones, se disparo a 2.800 en 2015 y ahora se quiere rebajar hasta 1.400 millones de euros.