Diputación de València y campos de fútbol de hierba artificial son conceptos que en el imaginario colectivo van unidos a Alfonso Rus, mordidas y tramas corruptas. Fue uno de los primeros hilos de los que empezó a tirar la investigación del caso Taula. El césped es clave en la investigación de la financiación del PP, pero no por ello asusta a los nuevos gestores de la corporación provincial.

Casi al contrario. Lejos de convertirse en un tabú, la nueva diputación presidida por el PSPV ha sacado adelante un plan de infraestructuras deportivas a través del cual se gasta 1.244.910 euros en implantar o rehabilitar campos de fútbol con hierba artificial, un poco menos de la tercera parte del total de la línea de ayudas habilitada para esta iniciativa.

Con todo, aunque se siga en la línea de los campos de césped, la diputación remarca que ya no se trata de planes «teledirigidos» que llegaban a los pueblos «impuestos» y con sobrecostes, sino que han sido los municipios los que han decidido sobre estas infraestructuras, que han costado en algunos casos la mitad de los que costaron en su día los presupuestados durante el mandato de Rus. De 700.000 euros de entonces a 300.000 o 147.000 de ahora.

En concreto, la corporación cuatripartita dedicará 4,3 millones de euros a reformar, reparar o construir instalaciones dedicadas al deporte en 35 municipios. Cerca de la mitad de estas actuaciones son «heredadas» de la etapa de gobierno anterior. Según explicó ayer el presidente de la diputación, la Generalitat del PP proyectó varios proyectos deportivos que después no se llegaron a ejecutar. Doce de estas 35 localidades se quedaron «colgadas». Ahora, 2,2 millones de euros de estos 4,3 se destinarán a pagar estas obras o reformas pendientes que debía haber abonado la Generalitat, que a su vez adeuda todavía 10 millones a la diputación por planes deportivos impagados desde 2007. Menos los que tenían obras suspendidas, el resto de ediles han podido decidir sobre qué tipo de trabajos o infraestructuras querían en sus pueblos, informó la diputada Isabel García.

«No hemos cambiado de opinión»

Y un día después de que Compromís lanzara una campaña para promover la eliminación de las diputaciones provinciales por ser «arcaicas» y «fuente de clientelismo» y recriminar al PSPV, su socio de gobierno en la corporación, que no estuviera haciendo «los esfuerzos suficientes» en este sentido, Rodríguez repuso que sigue «trabajando como el primer día para cumplir el pacto de legislatura». Este acuerdo por el que PSPV, Compromís, EUPV y València en Comú formaron gobierno recogía la idea eliminar las diputaciones.

«Nosotros no hemos cambiado de postura, sigue siendo la misma», defendió ayer Rodríguez. «Muestra de ello -añadió- es este plan que hoy se presenta y el resto de iniciativas encaminadas a dar más autonomía a los ayuntamientos y las comarcas, como el Fondo de Cooperación o los programas de Bienestar Social», señaló el presidente socialista, eso sí, sin pronunciar en ningún momento la palabra «eliminación» o «desaparición».