Rafael Blasco era «el conejo», Marc llinares recibía el sobrenombre de «gmail» y a Christinne-Bernadette Nnomo Ayissi se la conocía como la «Reina de África» entre los investigados en el «Caso Blasco» por el desvío de las ayudas a la cooperación, según confirmó ayer la secretaria de Tauroni, Isabel Castillo, que declaró como investigada ante el Juzgado de Instrucción 21 de Valencia.

Se trata de la primera vez, durante la instrucción del «Caso Blasco» que una investigada admite los sobrenombres achacados a los cabecillas de la trama y que los afectados siempre han negado. Aunque durante el juicio por la primera pieza de esta trama (por el desvío de las ayudas destinadas a Nicaragua) la misma Castillo sí que admitió, como testigo, estos mismos hechos.

La Fiscalía Anticorrupción siempre ha defendido la tesis de que el exconseller Blasco era aludido en conversaciones y correos como «Roger Rabbit», el «Conejo» o el «Conill». Aunque el empresario encarcelado, Augusto César Tauroni, llegó a ironizar durante el primer juicio que quien defendía esta teoría padecía «una paranoia de Walt Disney».

Además de identificar el sobrenombre del exconseller, la declaración de la administrativa de la Fundación Hemisferio también supone un grave problema para el exconseller. Castillo confirmó ayer que el correo en el que se menciona que hay que repartir 12.000 euros y dar «5.000 euros para el conejo y 3.200 euros para la Reina de África y el conejo» se refería a Rafael Blasco y a Christinne-Bernadette Nnomo Ayissi, directora de la organización Asa de África. El dinero restante, hasta alcanzar los 12.000 euros de la entrega sería para Augusto César Tauroni, según confirman fuentes conocedoras de los hechos.

Esta declaración es relevante porque tras la primera sentencia del Caso Blasco, el Supremo no consideró probado que el exconseller se beneficiara directamente de las irregularidades en la Conselleria de Solidaridad. «Se ha dispuesto de fondos destinados a subvenciones para fines sociales, en inversiones estrictamente privadas. Y eso se ha hecho con la concurrencia protagonista del recurrente [Rafael Blasco] que es quien adjudicó los fondos, aunque no lo hiciese en beneficio propio sino de otros», señaló en su sentenciael Supremo.

La identificación de Marc Llinares como «gmail» también complica la defensa del exjefe de área de Cooperación al Desarrollo en la Conselleria dirigida por Rafael Blasco y que fue absuelto por el Supremo de los cuatro años y seis meses de prisión a los que fue absuelto por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

Más allá de las identificaciones de los sobrenombres, la administrativa de la Fundación Hemisferio Castillo se desvinculó totalmente de la presunta trama corrupta y defendió que ella no tomaba ninguna decisión ni mandaba en la ONG para la que fue contratada por el empresario Augusto César Tauroni. La misma actitud que adoptó su marido y empresario, Fernando Cañete, quien admitió haber facturado a Tauroni (a quien conoció por la afición aeronáutica de ambos) a través de sus empresas en EE UU, aunque negó haber cometido ninguna irregularidad.