La fundación Cical (Centro de Investigación de Conocimientos de la Administración Local), que está aun en proceso de creación, ya ha provocado tiranteces entre los socios del Consell. La entidad está impulsada por el exalcalde de Gandia y exdirigente del PSPV José Manuel Orengo y dio su primer paso público el pasado martes, cuando reunió a su consejo general, del que forma parte el jefe del Consell junto a los rectores de las cinco universidades, los presidentes de las diputaciones y el máximo responsable de la Federación valenciana de Municipios y Provincias (FVMP).

Fue suficiente para hacer saltar las alertas, dada la proximidad orgánica en el pasado en el PSPV entre Ximo Puig y Orengo.

El socio en el gobierno autonómico también ha tomado con todas las precauciones el proyecto. En Compromís reconocen que no ha sentado bien desconocer que la reunión con el consejo (el órgano de apoyo institucional a Cical) figuraba en la agenda de Puig. Y, de fondo, añaden fuentes de la coalición, no comparten que se utilice una fundación para realizar actividades que consideran propias de la administración.

La presencia de Altur

Además está la presencia del diputado provincial de la formación Emili Altur en los órganos de la entidad. Compromís asegura que es a título individual, que la coalición ni tampoco el grupo en la corporación provincial tenían constancia de este hecho.

La situación se produce sin embargo cuando la fundación es aún un proyecto y no está constituida. La FVMP, de la que depende este hecho, precisó este extremo con un comunicado de su presidente, el socialista Rubén Alfaro, también presidente de la fundación.

Subrayó que la fundación Cical «ha sido constituida únicamente» por la FVMP, que aprobó su creación «por unanimidad de todos los miembros del consejo y la comisión ejecutiva, reunida en Sagunt el 1 de diciembre de 2016».

La dotación inicial de la fundación (30.000 euros) corresponde en exclusiva a la FVMP y la Generalitat no ha realizado aportación económica alguna, agregó.

El presupuesto anual previsto es de 1,4 millones, procedente principalmente de ayuntamientos. Una parte se espera conseguir de fondos de la Generalitat, si bien acudiendo a convocatorias de libre concurrencia de subvenciones, según fuentes de la fundación.

La entidad quiere convertirse en un laboratorio de investigación para las administraciones locales, bajo la premisa de que en los ayuntamientos hay mucha gestión y carencia de información a la hora de tomar decisiones.

Orengo ha participado por un convenio entre Divalterra y la FVMP (de algo más de 100.000 euros) en la gestación del proyecto.

El PP pidió ayer la comparecencia de Puig en las Corts para informar de la fundación. Manolo Mata (PSPV) calificó de «absurdo» solicitar que hable de una subvención que no ha ocurrido. Puig dijo al respecto: «La Generalitat atenderá a esa fundación como a cualquier otra, cuando presente un proyecto se les financiará».