«Tus labios de guarra piden bofetón», esta letra de una canción de Costa y otras que cuesta reproducir de Maluma, Kevin Roldán, Porta, Robin Thicke e incluso Guns N'Roses han llevado a 14 alumnos de cuarto de ESO del Instituto público de Educación Secundaria (IES) Malilla de València a lanzar una campaña de recogida de firmas en favor de una música libre de machismo que ya ha reunido más de 16.000 adhesiones en internet.

A sus 16 años se rebelan contra las canciones en las que «a las chicas se les considera un trozo de carne para diversión de los chicos, se les insulta, se les humilla e, incluso, se justifica la violencia física o psicológica contra ellas por parte de los hombres».

Por eso piden al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e igualdad que cree «un observatorio centrado en la denuncia del machismo de las canciones que humillan o degradan la imagen de las mujeres», y ya preparan un viaje a Madrid para entregar las firmas a la ministra Dolors Montserrat.

A plataformas digitales como Youtube reclaman «la retirada de las canciones que explícitamente machistas que atentan contra la dignidad de las mujeres», cuyos vídeos suman millones de reproducciones. Por último, urgen a las cadenas de radio a «ser intolerantes con el machismo en la música y no difundan canciones de este tipo».

«La mujer está siendo tratada en estas canciones de una forma muy inferior al hombre, cuando todos deberíamos ser iguales», lamenta Iñaki Luño, uno de los alumnos promotores de la iniciativa. Gonzalo Segovia, otro de los jóvenes, explica que el objetivo de las firmas es «concienciar a la sociedad», pues como dice su compañera Nadia Fenollar «mucha gente escucha esta música sin pararse a pensar en el mensaje que transmite».

Filosofía para cambiar el mundo

Otra de las jóvenes, Raquel Navarro, no oculta que confiaba poco en la repercusión de su campaña: «Pensaba que no íbamos a llegar ni a 5.000 firmas, pero ahora me doy cuenta que debemos confiar más en nuestra capacidad para cambiar las cosas». Así su movilización en las redes sociales ha calado dentro y fuera del instituto. «La mayoría de nuestros compañeros y amigos no eran conscientes de esta problemática, y ahora se han dado cuenta», apunta Iñaki. «La gente ya no mira igual las letras de estas canciones», concluye Raquel.

Y este era el objetivo que se propuso el profesor Eugenio Piñero cuando en la clase de Filosofía ánimo a sus alumnos a movilizarse. «La Filosofía también puede servir para transformar el mundo», subraya. «Estos chicos son el futuro y por tanto, debemos hacerles ver que la sociedad se puede cambiar si luchan por ello».