La música, también en este caso, puede ser la pista. En Tendido Cero (por ejemplo) las imágenes de la lidia suelen llevar un acompañamiento musical de guitarra flamenca o de pasodoble. En cambio, en los vídeos de «bous al carrer» que circulan por las redes sociales y televisiones comarcales, las imágenes de astados y recortadores suelen ofrecerse al son de bases electrónicas programadas o (a veces) rock saltarín y contundente. A partir de este detalle, se puede llegar a la conclusión de que, sin abandonar la tauromaquia, el aficionado a la lidia y el aficionado a los «bous» tienen gustos diferentes, al menos en lo musical. Pero quizá la música indica algo más importante: la diferente adscripción generacional a cada modalidad taurina. ¿Es la de los «bous» una afición más joven mientras la de los toros en la plaza envejece?

El primer Congreso de Tauromaquia de la Comunitat Valenciana, que cerró ayer sus puertas en el coso de la calle Xàtiva, ha reunido durante cuatro días ambos mundos taurinos pero también se ha planteado sus diferencias y la vigencia de cada uno. «¿Te estás dando cuenta por qué los bous al carrer van para arriba y esto se va a tomar por culo?». La contundente frase -según relataba ayer su autor en un debate con periodistas taurinos-, se la dijo esta misma semana el presidente de la Unión Taurina (UTCV) y de la Federación de Peñas, Vicent Nogueroles, a un responsable de la plaza de València cuando le hacía notar el interés que despertaba en el público joven que ha acudido al Congreso los rincones del coso de la calle Xàtiva habitualmente cerrados al público.

Después, ya en declaraciones a Levante-EMV, Nogueroles mantenía la tesis de la vitalidad de los «bous» frente a la decadencia de los toros. «La gente que va a la plaza, y yo me incluyo, se ha quedado estancada en un sistema arcaico. No se facilita la entrada de la gente más joven, no nos hemos abierto, hemos sido egoistas, tenemos que mirar hacia delante, intentando que haya ese relevo generacional que sí han hecho las peñas de bous al carrer».

Como para refrendar esta defensa del relevo generacional, varios niños participaban dentro del albero en un taller de «embolar bous». Los «maestros» les mostraban cómo colocar los herrajes en el toro de carretilla y como prender las bolas sujetas a la altura de los falsos pitones. Después, cogían la mano de los pequeños y les hacían tocar el palo de metal que sujeta las bolas encendidas. «¿Ves como no quema, que está frio? -les decían-. Pues al toro tampoco le quema», les decían para sustentar su convencimiento de que el animal no sufre por el fuego.

«Orgullo de la cultura del toro»

El congreso se cerró ayer con una charla sobre «conclusiones y futuro de la fiesta» en la que participaron el Director General de Seguridad, José María Ángel, y el diputado de Asuntos Taurinos, Toni Gaspar. Sobre el evento en particular, Nogueroles aseguró que las jornadas «han sido importantísimas para el futuro de la fiesta ya que muestran que una parte de la sociedad valenciana continua reivindicando con orgullo la cultura del toro». El presidente de la UTCV también destacó el apoyo que han recibido las jornadas por parte de «autoridades políticas de todo tipo», aunque solo nombró políticos del PP y del PSOE. Por último, sobre la modificación del reglamento que obligará a que cada festejo de «bous al carrer» cuente con la presencia de un veterinario, reconoció que los aficionados no son muy partidarios. «Nos reuniremos con las peñas para conocer su opinión y si no quieren, nos negaremos a que se aplique esta norma».