La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas ha preguntado a las entidades que gestionan los centros de acogida de menores si disponen de plazas de alojamiento que podrían ceder a la Generalitat. La petición se realizó, en una comisión de trabajo, a las entidades que forman parte de Apime (Asociación Profesional de Instituciones de Menores) con el objetivo de ir vaciando poco a poco el centro de recepción de Monteolivete, en València. Se trata de unas instalaciones degradadas, en las que se acoge a más menores en situación de desamparo de lo conveniente, y donde los niños y jóvenes mayores de seis años pasan más de los 45 días recomendados antes de ser trasladados.
La petición se ha hecho pública a través de un correo electrónico al que ha tenido acceso Levante-EMV, que Adolf Montoliu, presidente de Apime en la Comunitat Valenciana, dirigió a sus asociados. En él, expone a las entidades que el Centro de Recepción de Monteolivete «tiene una serie de problemas bastante graves». Entre ellos, destaca el «hacinamiento de menores que invitan más a cerrar el centro», «daños en la infraestructura» y la «permanencia de más de 45 días».
Según Montoliu, la Conselleria pide una treintena de plazas a las entidades que ya gestionan centros o pisos tutelados y están autorizadas para ello. Se trata de una solución a corto plazo para que Monteolivete «no atienda más demanda de la que debe atender» y reubicar de forma ágil a los menores que ingresan en él, ya que abrir un nuevo centro «lleva muchos trámites. Los centros cuentan con unas plazas pagadas por fondos públicos y otras autorizadas pero que no sufraga el Consell. El departamento que dirige Mónica Oltra ha hecho un «llamamiento de urgencia» por si algún centro «puede ceder» estas plazas autorizadas y recolocar a los menores de Monteolivete que, en muchos casos, llegaron a España no acompañados (MENA) y por vías irregulares.
A largo plazo, la solución parece que es un nuevo centro en Llíria, aunque puede tardar un par de años en estar en marcha. La característica de los centros de recepción es que son el primer lugar al que acuden los menores declarados en desamparo, que permanecen allí hasta que se decide su futuro en una familia de acogida o la familia extensa, o en un centro de acogida.
Toni Femenía, de la Federación de Empleados de Servicios Públicos de UGT, afirma que las infraestructuras de Monteolivete «no parecen las más adecuadas» y lamenta que se «tardará en remodelar» ya que es «difícil que se cierre un centro de recepción». UGT ha denunciado en varias ocasiones la situación, y también recuerda que en el centro ha habido agresiones.
Un tono que ha molestado
La petición que Montoliu trasladó a los centros en nombre de la Dirección General de Infancia y Adolescencia ha generado cierto malestar en la conselleria por el tono empleado. Semanas después de haberla redactado, el presidente de Apime se retracta. «No estoy muy de acuerdo con mi propia redacción», manifiesta, y confiesa que no es su «mejor correo». En el texto, pedía «de urgencia» una respuesta de los centros «para resolver la situación» y opinaba que los daños en la infraestructura «invitan más a cerrar el centro y rehabilitarlo que a poderlo mantener».
«La conselleria no tiene plazas y no quiere hacinar a los menores, por eso pide ayuda», especifica. «Tenemos a gente responsable que trabaja para que las cosas cambien, a pesar de la falta de recursos y de la dificultad de cambiar la legislación», aclara.
Desde la Conselleria de Igualdad y Políticas inclusivas niegan que exista deficiencia alguna en el Centro de Menores de Monteolivete «más allá de las que tienen la mayoría de centros de menores de la C. Valenciana tras 20 años de dejadez y falta de inversión». Además, afirmaron que en el acta de la reunión a la que hace referencia el escrito «ni tan siquiera se nombra el centro de Monteolivete», ya que la reunión se centró «en informar sobre la reorganización y planificación que tiene este Consell para los centros de menores».
