n Hacen posible que tras una muerte pueda haber muchas más vidas y solo por eso ya merecerían ser premiados. Sin embargo, además, lo están haciendo mejor que el resto de España. El equipo de trasplantes del Hospital La Fe de València, conformado por cerca de 250 personas de muy diversas especialidades y servicios, logró en 2016 ser el grupo que más trasplantes realizó en toda España -281 en total- y además con cifras récord en operaciones de este tipo de corazón e hígado (96 y 29 trasplantes respectivamente). Todo un logro que el diario Levante-EMV quiso reconocer con el premio Importante de diciembre de 2016.

El coordinador de Trasplantes del centro, el doctor Juan Galán, fue el responsable esta semana de recoger el galardón de manos del director del diario, Julio Monreal, un reconocimiento «para que sigáis inyectando vida», aseguró Monreal. «Poco amigo de los premios», como reconoció Galán, el coordinador y cabeza visible de ese gran equipo humano de La Fe aseguró, sin embargo, que a éste se le debía de dar valor ya que era una «institución» quien lo otorgaba, «son personas para las que nosotros tenemos obligación de trabajar», remachó.

Galán puso en valor, sobre todo, que él solo recogía un premio que, en verdad, era fruto del «esfuerzo de todo un hospital» y debía ir para todas las personas del equipo que lo integraban. De hecho, junto a él y en representación del centro, no solo participaron en el acto la directora médica de La Fe, Mª Jesús Arilla, y la directora de Enfermería, Ana Vivas, sino representantes de los diferentes colectivos que hacen posible esa labor: Ana García Jiménez, auxiliar de Enfermería de Quirófano; Meri Martínez, enfermera supervisora de la Unidad Hepática, Rosario Vicente Guillem, coordinadora médica de la unidad de Reanimación; Encarna Gómez, auxiliar administrativa de Coordinación de Trasplantes; y Pedro Cariñena, celador de puertas de Urgencias.

Oxígeno para seguir trabajando

Esa conciencia de equipo, de trabajar como uno solo, la destacó también la consellera de Sanidad, Carmen Montón, que participó en el acto junto al secretario autonómico de Sanidad, Narcís Vázquez, y el coordinador autonómico de Trasplantes, Rafael Zaragoza. «Este premio nos insufla oxígeno para seguir trabajando», reconoció «con orgullo» la consellera que recordó que, para hacerlo posible, además del trabajo en equipo y los necesarios avances, se debía contar con la solidaridad de los donantes. «Empieza con la solidaridad, porque sin los donantes no hay trasplante, y termina con la esperanz, ya que es la única oportunidad para mucha gente de salvar la vida. Esta es la cadena».

El secretario autonómico aprovechó para reivindicar la figura del doctor José Mir, el cirujano que introdujo la técnica del trasplante hepático en la Comunitat Valenciana y sobre el que se está ultimando una biografía: «Doctor Mir. La pasión de un cirujano». Mir supo además «crear equipo, lo que en otros sitios no se ha conseguido», apuntó la supervisora de enfermería del área Hepática, Meri Martínez.

Además, Vázquez recordó que en la red de hospitales públicos valencianos hay otros centros que también trabajan haciendo posible estas intervenciones que «ayudan a vivir, y aunque sean caros, son baratos. Es dinero bien invertido y bien utilizado», convicción que refrendó la consellera recordando que este trabajo no podía ser medido «en términos económicos».

Un sistema «igualitario»

Junto al trabajo en equipo y la solidaridad de los donantes y sus familias, el coordinador autonómico de Trasplantes recordó que el sistema funciona en toda España -de hecho y bajo el paraguas de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) el modelo español es puntero en todo el mundo- gracias a la «igualdad y equidad» que impera. Esa «seguridad de que no hay un euro en todo el proceso», según verbalizó la enfermera supervisora de la Unidad Hepática, Meri Martínez, es también una de las claves de un sistema que funciona desde hace más de 28 años gracias a la «chispa que generó Rafael Matesanz», director de la ONT que no pudo asistir al acto por problemas de agenda.

«Quien lo necesita, lo recibe», confirmó Galán que recordó que, precisamente, por esa característica, el modelo español no era fácil de implantar en todos los países. «Hace falta una base en la sociedad. Hay países en los que está claro que no va a funcionar, precisamente, por sus desigualdades imperantes», apuntó.

En este sentido, el coordinador de La Fe aseguró que, durante el proceso «no solo hay que ser honrado, sino parecerlo» y no dejar «ni el menor atisbo de duda» ante una familia que está pasando por el peor de los momentos. «Se trata de dedicar tiempo y cariño y tratar a los demás como te gustaría que te trataran a ti», en definitiva, empatía para hacer posible que la solidaridad de alguien que pierde la vida signifique una nueva luz de esperanza para muchos otros.