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Nobleza

La igualdad da el condado de Mayans

El Supremo otorga al cónsul en Montevideo el título nobiliario al primar el derecho que perdió su madre

Juan Gonzalo Lugo Sanchiz, cónsul adjunto en Montevideo y nuevo conde de Mayans. levante-emv

La disputa judicial por el título de conde de Mayans, con solera e historia entre la nobleza valenciana, ha concluido. Dos primos aspiraban a la carta de sucesión en el título, ligado a la ilustre familia que llegó a tierras valencianas con Jaume I, que se posicionó a favor del archiduque Carlos en la Guerra de Sucesión pagando con el destierro temporal su desafío a Felipe V, y cuya joya de la corona será siempre el erudito de Oliva Gregori Mayans: un prohombre de la Ilustración española.

Ahora, tras una década y media en la que el título ha estado oscilando entre Francisco de Borja Sanchiz del Rosal y Juan Gonzalo Lugo Sanchiz, el Tribunal Supremo ha resuelto que el merecedor del título es Juan Gonzalo Lugo Sanchiz, actual cónsul adjunto en Montevideo, hijo del diplomático español Juan Lugo Roig, ya fallecido, y procedente de una familia íntimamente ligada a Burriana. El argumento que ha pesado en la decisión del tribunal, y que otorga todavía más enjundia a la historia, es la igualdad entre sexos a la hora de heredar un privilegio nobiliario.

El vaivén de la Historia

El título de conde de Mayans fue instituido por el archiduque Carlos de Austria y concedido en 1719 a Luis Mayans y Pascual. Fue el primer conde de Mayans. Los caprichos de la Historia se confabularon una y otra vez para interrumpir la sucesión del título. La familia solicitó en 1929 la rehabilitación del condado, pero quedó pendiente de la sanción real al derrumbarse la monarquía el 14 de abril de 1931. El título fue finalmente rehabilitado durante la dictadura de Franco y en 1965 pasó a manos de María Teresa Sanchiz Mendaro. Entonces sucedió algo frecuente: aunque ella era la hija mayor, en 1971 cedió los derechos de rehabilitación del condado en favor de su hermano Gonzalo. El noble poseía varios títulos y en 2002 los distribuyó entre sus hijos: al primogénito -Gonzalo Sanchiz del Rosal- le legó el título principal de la casa (marquesado de Montemira) y a su segundo hijo -Francisco de Borja- el de conde de Mayans.

Buena relación entre primos

Aunque la relación familiar es muy buena, según las fuentes consultadas, hubo litigio entre los primos en sede judicial. Juan Gonzalo Lugo Sanchiz basó su reclamación en que «la renuncia efectuada por su madre lo fue forzada por el hecho de que en la sucesión de títulos nobiliarios se ha aplicado tradicionalmente el principio de masculinidad, contrario al de igualdad que proclama el artículo 14 de la Constitución Española».

En 2006 se aprobó la ley sobre igualdad del hombre y la mujer en el orden de sucesión de los títulos nobiliarios. Y la petición ha sido atendida. El Supremo revoca la concesión del título a Francisco de Borja y se lo entrega a Juan Gonzalo, de 49 años.

Nació en Nueva York igual que su padre nació en Londres: gajes de proceder de una familia de diplomáticos. Él lo es de carrera. Ha pasado por el Ministerio de Exteriores, por los consulados de Guinea Ecuatorial y Atenas, por la Oficina de Información Diplomática, por el Ministerio del Interior y ahora está como cónsul general adjunto en Montevideo.

Es conocida su pasión por la Historia y las tradiciones, su admiración por el pasado foral de València, por el papel de las Corts en las que participó su antepasado Luis Mayans y Pascual, jurat en cap de València, o el cariño que le transmitió su abuelo por el campo valenciano y la solera familiar con poso en Oliva, donde dicen que ha estado en repetidas ocasiones. Cuando vuelva, lo hará ya como conde de Mayans.

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