Mª Carmen Centelles, alcaldesa de la Pobla de Vallbona con el Partido Popular de 2007 a 2015, también cayó en las presuntas mentiras que Paco Sanz, ahora detenido, tejió en torno a su presunta enfermedad de los «2.000 tumores» para recaudar fondos por toda España. La actual portavoz del Partido Popular en la Diputación de Valencia autorizó que la Casa de la Cultura se utilizara hasta en dos ocasiones de forma gratuita para realizar dos galas benéficas con el objetivo de ayudar a Sanz, que ahora está detenido por un presunto delito de estafa.

De esta forma, la alcaldesa popular cedió gratuitamente el espacio para celebrar a finales de junio de 2013 una gala benéfica en su favor. Anteriormente, en junio de 2012, el consistorio ya «cambió el fin benéfico de un festival solidario» y, en vez de destinar el dinero de la recaudación a la Asociación Española contra el Cáncer del municipio, se decidió «dedicarla a Sanz».

El grupo municipal de Compromís en la Pobla de Vallbona critica ahora que estas dos cesiones para actos en favor de Sanz se hicieran sin que la decisión pasara por los cauces habituales del consistorio.

Según aseguran, en el ayuntamiento no hay constancia oficial de la cesión gratuita del espacio municipal en 2013 ni tampoco el pleno decidió sobre la donación de 300 euros «de dinero público que el Ayuntamiento de la Pobla de Vallbona aportó» en el festival solidario realizado en 2012 y que recaudó «314 euros con la venta de entradas». «La interventora ha apuntado que esta donación se otorgó de forma irregular, ya que debería haber sido aprobada por el pleno y justificada», apuntaron ayer desde el grupo municipal de Compromís.

Una estafa de 250.000 euros

Paco Sanz, el valenciano que aseguraba padecer hasta 2.000 tumores y que recaudaba fondos para tratarse en Estados Unidos, fue detenido el pasado 8 de marzo en el marco de una operación policial iniciada por la denuncia por presunta estafa interpuesta en enero por un editor.

La Policía Nacional concluyó que los fondos recaudados -que se estiman en 250.000 euros- no se estaban destinando a un fin curativo, como defendía Sanz.