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Política

La bicefalia tensa al Bloc y un sector exige un Compromís más nacionalista

La nueva corriente repudia a Podemos y critica la falta de voz propia ante el hiperliderazgo de Oltra

La bicefalia tensa al Bloc y un sector exige un Compromís más nacionalista

El Bloc del liderazgo compartido, el que hace diez meses abrió un tiempo nuevo con la sucesión de Enric Morera, no acaba de encontrar su espacio. La bicefalia no funciona y la desconfianza entre sus dos líderes, la coordinadora Àgueda Micó y el portavoz Rafael Carbonell, es moneda corriente.

En diez meses de integración de sensibilidades en la ejecutiva, el Bloc ha vivido ya varios choques relacionados con nombramientos en el Consell o con el número de liberados de la ejecutiva, que no cumple el equilibrio pactado en el congreso celebrado en Feria Valencia en mayo 2016.

A esa tensión se une la reciente aparición de una corriente interna (Bloc i País), ya oficial, con presencia en varias comarcas y que reclama un Compromís más nacionalista, en el que el discurso del Bloc no quede silenciado bajo el hiperliderazgo de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra.

La corriente (la cuarta en la historia del Bloc -aunque sólo sigue activa el BES, el Bloc d´Esquerres i Sobiranista-) pone voz a lo que hasta ahora eran reflexiones internas o de cargos públicos en privado: una exigencia de un papel en Compromís más preponderante para el Bloc, con dos consellers en la Generalitat, el de Educación y Cultura, Vicent Marzà, y el de Economía, Rafael Climent, y una decena de diputados en las Corts.

Designación de Nomdedéu y Parra

La paz de la bicefalia, la ejecutiva de integración avalada por el 86% de la militancia, saltó por los aires en septiembre de 2016 con el nombramiento de Enric Nomdedéu como secretario autonómico de Empleo. Una designación avalada por una ejecutiva extraordinaria de la que se ausentó un tercio de integrantes, 13 de 33, los de la órbita del portavoz, Rafael Carbonell, hasta hace poco mano derecha del conseller Climent. Micó defendió entonces que el castellonense, un veterano del nacionalismo, reforzara la faceta política en una conselleria debilitada, pero sus rivales internos lanzaron un duro comunicado en el que acusaban a Micó y los suyos de ejercer el rodillo y vulnerar el pacto de integración de mayo.

También provocó tensiones el nombramiento de la directora general de Internacionalización, Mari Parra, de la órbita de Climent y Carbonell, en sustitución de la defenestrada Mónica Cucarella.

Parra ocupaba una de las secretarías en la ejecutiva del Bloc, la de Finanzas, por lo que si se convertía en alto cargo incurría en incompatibilidad, salvo que el Consell Nacional lo avalara por dos tercios. Pero el rechazo de este órgano, por tres votos, a que Parra compatibilizara cargos fue interpretado por el sector de Carbonell como una traición. Parra tuvo que dejar la secretaría de Finanzas por incompatibilidad y el Bloc aún no ha aprobado su sustitución, aunque la ejecutiva ha propuesto el nombre de Xavi Martí, de Torrent.

La propia Parra había puesto antes su rúbrica en otro duro manifiesto contra Àgueda Micó, a la que este sector acusó de imponer a Nomdedéu a toda costa.

Aglutinar fuerzas para el futuro

Ahora, con las espadas en alto, los afines a Micó creen que Carbonell está detrás, o no muy lejos, de la ya constituida corriente interna (Bloc i País) con el objetivo de aglutinar fuerzas para el futuro.

El portavoz de esta corriente, Miquel Bonanad, exconcejal en Tavernes, cree que el Bloc se ha quedado en fuera de juego dentro de Compromís, pese a aportar la mayor parte de militantes y recursos y dice claro lo que muchos piensan en privado: «El de Mónica Oltra es un proyecto político distinto al del Bloc, es el de la izquierda española y si eso la dirección no lo ve es que está ciega». En este punto deja claro el repudio de buena parte del Bloc hacia el partido de Pablo Iglesias.

Con todo, en el Bloc no dan crédito a un posible pacto con Podemos en las autonómicas de 2019. Incluso la ejecutiva de Compromís ya detectó tras la repetición de las generales en junio de 2016 que el pacto con la formación de Pablo Iglesias había pasado factura. Detectan además que el Podemos más radical, que se ha impuesto en la lucha interna de esta formación, causa un importante rechazo en el electorado más tradicional de Compromís y que ello podría beneficiar al bloque PP-Ciudadanos en unas autonómicas.

Con todo, fuentes del Bloc recelan de la indefinición de Iniciativa sobre Podemos y del hecho de que Oltra se deje querer por los cantos de sirena de Iglesias.

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