Unos minutos antes de las siete de la tarde de ayer, Miguel López abandonó con un semblante serio la prisión de Fontcalent 39 días después de ingresar en el centro penitenciario alicantino. No lo hizo caminando hasta la entrada principal, sino en el asiento del copiloto del vehículo de su abogado defensor, José Antonio García, coche en el que también le acompañaban un cuñado y el letrado Moisés Candela.

El yerno de la viuda de Vicente Sala no realizó declaraciones al salir de la prisión y se marchó directamente a su domicilio, donde le esperaba su familia. Así lo advirtió su abogado defensor cuando llegó al centro penitenciario poco después de las seis de la tarde. José Antonio García ya había acudido a media mañana a la prisión de Fontcalent después de pasar por el juzgado para confirmar el ingreso de la fianza. Le comunicó a Miguel López su inminente puesta en libertad y su reacción era la evidente tras estar recluido durante más de un mes en Fontcalent: «Está con los nervios a flor de piel, con emociones...», señaló el abogado defensor.

La decisión del magistrado titular del juzgado de Instrucción número 7 de Alicante de acordar la prisión eludible con una fianza de 150.000 euros fue valorada por el abogado José Antonio García como «muy positiva, porque ahora se abre una posibilidad muy grande de defensa con él en la calle, que es donde debería estar».

El abogado añadió que a partir de ahora «vamos a trabajar para demostrar su inocencia» y precisó que ayer no estaba Miguel en condiciones de realizar declaraciones, aunque añadió que «más adelante ya veremos».

Expectación mediática

La expectación mediática en la entrada al centro penitenciario de Fontcalent fue importante desde media mañana, cuando se supo que ya se había ingresado en la cuenta del juzgado la fianza de 150.000 euros fijada por el magistrado José Luis de la Fuente. Apenas había transcurrido una hora desde la notificación del auto que acordaba la libertad bajo fianza y la mujer de Miguel López, Fuensanta Sala, ya había realizado una transferencia bancaria por el importe fijado por el juez. Una veintena de periodistas aguardaron durante más de siete horas la salida del yerno de María del Carmen Martínez y, aunque parezca incierto, algunos familiares de presos que acudieron a Fontcalent aseguraron que no conocían el crimen de la viuda de Vicente Sala. Otros sí admitieron conocerlo, como la gran mayoría de ciudadanos, pero al pasar por delante de los periodistas decían con cierta sorna si era «la Pantoja quien va a salir».

En el exterior de la prisión no había ningún familiar o conocido de Miguel López esperando su puesta en libertad.

Aunque la fianza fue ingresada a primera hora de la mañana, el mandamiento de libertad no fue llevado hasta poco después de las cinco de la tarde por un agente judicial. Este funcionario del Servicio Común de Notificaciones y Embargos de los juzgados de Alicante llevaba dos órdenes de libertad, una de la de Miguel López y otra de otro recluso.

Llegó en taxi pasadas las cinco de la tarde y se marchó una media hora más tarde después de dar en mano las dos órdenes de libertad a Miguel López y a otro preso. Acto seguido los funcionarios de prisión realizaron el papeleo correspondiente antes de proceder a la puesta en libertad de un interno que no ha causado problema alguno durante sus 39 días de reclusión.