Una frase de Antonio Gramsci que al presidente de la Generalitat le gusta recordar dice que «vivir significa tomar partido». Pues esa es la primera consecuencia del acto que Pedro Sánchez ha anunciado para el domingo en Burjassot, en coincidencia con la presentación en Madrid de la otra gran candidata a liderar el PSOE, Susana Díaz.

La decisión del secretario general depuesto, en la línea de su campaña (la empezó en Sevilla, el feudo de su contrincante, el mismo fin de semana que ella subía al estrado con Rubalcaba), subrayará la posición de los dirigentes socialistas valencianos que quieran arropar a la presidenta andaluza en su presentación en sociedad. Será difícil sostener el argumento de neutralidad cuando se recorren 350 kilómetros para estar con una precandicata mientras otro visita la casa propia.

Y lo mismo, a la inversa, aunque Sánchez (huérfano de apoyos orgánicos importantes) intenta convertir esta circunstancia en virtud al presentarse como «la candidatura de la militancia».

En este sentido, fuentes de su equipo aseguran que no piensan invitar expresamente a dirigente o cargo alguno. «Huimos de la idea de exhibir músculo. Dos mil quinientos alcaldes o cargos son los mismos votos que los de 2.500 afiliados», destacaban ayer.

Susana Díaz sí que estará arropada, en cambio, por rostros conocidos del PSPV. El jefe del Consell y secretario general de la formación, Ximo Puig, dijo que pensaba estar si la agenda se lo permite y, a día de hoy y pese a la contraprogramación de Sánchez, mantiene estos planes.

También el número dos de los socialistas valencianos, Alfred Boix -muy bien relacionado con la federación andaluza-, estará en Madrid.

Y se da por hecha la presencia de un buen número de alcaldes y otros cargos, como ya pasó el 11 de febrero, en el cónclave municipalista que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, preparó a Díaz en Madrid.

Sí estará, previsiblemente, Puig, pero ningún otro miembro del Consell. Es lo que opinan dirigentes del partido.

Una segunda lectura de la convocatoria de Pedro Sánchez es la importancia que da a la federación valenciana (la segunda en militantes) y que piensa dar batalla en este territorio, marcado como objetivo prioritario: la del domingo será la tercera visita tras las de Xirivella y Castelló desde que decidió salir a la carretera. Es donde cuenta además con su principal respaldo orgánico: el secretario general de la provincia de València, José Luis Ábalos.

Así, en la cúpula se acusa en privado al aspirante de ir al choque y de tensar las primarias sin pensar en los daños a la marca. La réplica en el otro lado es que cada precandidato lleva su agenda.

El acto del domingo iba a ser en la capital y al aire libre, pero la previsión de lluvia hizo buscar un lugar cubierto. Sin embargo, las alternativas (el Palacio de Congresos y el Palau de la Música) se descartaron por su elevado coste, apunta el equipo del candidato. El pabellón deportivo de Burjassot, para 2.500 personas, tiene las ventajas de la cercanía a València, las facilidades de aparcamiento y una factura menor, ya que, según algunas fuentes, el exlíder solo tendrá que abonar el seguro. El inconveniente es que no está equipado para mítines.