El derecho laboral, tan mermado tras la crisis, busca al máximo representante del Colegio Oficial de Graduados Sociales de València. Hay 1.500 profesionales llamados a votar en unas elecciones internas que se celebrarán el jueves y a las que concurren tres candidatos: Carmen Pleite y José Molina, vicepresidentes de la actual ejecutiva que preside Ricardo Gabaldón, y un tercer aspirante: José María Galdón, ajeno a la actual directiva.

Carmen Pleite alude a la importancia de la profesión en este momento. «El asesoramiento jurídico-laboral en el ámbito de las relaciones labores ha convertido al graduado social en pieza fundamental y necesaria, tanto a nivel de gestión como ante los órganos jurisdiccionales específicos», señala. Ella, que no quiere cortar con la gestión actual en aquello que funciona, propone avanzar en la mejora de los servicios del colegio, racionalizar las cuotas colegiales atendiendo a las especiales dificultades de empleo de los colegiados, equilibrar la presencia de hombres y mujeres en la junta, y limitar la presidencia a dos mandatos. También ofrece más formación o hacer más visible el código deontológico de los profesionales. Pleite pide autonomía, independencia, especialización y actualización constante.

José Molina, por su parte, basa su propuesta en torno a seis ejes: la transparencia y la rendición de cuentas, con una auditoría anual y suprimiendo la tarjeta de crédito del presidente; la participación y la descentralización en la toma de decisiones y la creación de un Consell Comarcal; un nuevo impulso a la profesión; una mejora de la eficiencia con nuevos servicios como la «nube colegial de sentencias»; una formación continua con un aula virtual o talleres de orientación; y una apuesta por abrirse más a la sociedad.

José María Galdón critica en primer lugar los 150 euros al trimestre que pagan los colegiados. Su compromiso es reducir la cuota un 20 % en el mes de mayo y, en un año, bajarla al 50 %. Su idea más potente es la renovación total. Ofrece «romper con la línea continuista que ofrecen el resto de candidatos» y apuesta por implantar un proyecto participativo, de cambio y con una renovación integral de todos los miembros de la directiva. Promete mejorar los servicios prestados a los colegiados y adaptarlos al mercado.