El capitán del socialismo valenciano sí tomará partido (por Susana Díaz). Sus subordinados en el Consell, no. Ninguno. María José Salvador, Vicent Soler, Gabriela Bravo y, lo que es más significativo por el pasado reciente, Carmen Montón no tienen previsto acudir el próximo domingo ni a la proclamación en Madrid de la presidenta andaluza como candidata a liderar el PSOE ni al acto del otro gran aspirante, Pedro Sánchez, en Burjassot. Así lo han señalado los cuatro a preguntas de Levante-EMV.

¿Razones? Por un lado está la consigna del president, y evitar que esta se vea afectada por la coyuntura interna del partido. Es el mensaje que ya reiteró en 2016, durante el periodo entre elecciones generales y la posterior crisis que derivó en la traumática salida de Sánchez de la secretaría general del PSOE. Por otro, la ausencia mantiene a los consellers en un espacio de confort cuando ni siquiera se ha abierto la campaña de las primarias.

La abstención. Fue mano derecha del exlíder en su ejecutiva y se mantuvo fiel a su lado hasta su caída pese a las presiones internas, ya que la dirección del PSPV participó en la operación de derribo. Esas decisiones han afectado incluso su posición en el seno del Consell. Ahora, tras el regreso del exlíder a la primera línea política, la consellera de Sanidad no se ha manifestado. En algún círculo la han situado junto al tercer candidato, Patxi López, si bien en su entorno lo niegan.

Consecuencia de ese pasado turbulento es una precampaña de tonos duros. Puig pidió ayer juego limpio, porque preocupan los daños colaterales de la polarización a la marca y los efectos en el día después. Invitó así a los tres aspirantes a firmar un código de buenas prácticas que «impida denigrar la imagen de ninguna persona y, por supuesto, la del colectivo».