«Tantas facultades de Medicina es para tener mano de obra barata». La frase, pronunciada ayer por el decano de Medicina de la Universitat de València, Federico Pallardó, resume el rechazo que genera entre las facultades de Medicina públicas de la Comunitat Valenciana la intención de la Universidad de Alicante de recuperar los estudios para el curso 2018-2019.

La frase la pronunció Pallardó pero la suscribieron los decanos de las otras dos facultades públicas de Medicina: Antonio Compañ de la Miguel Hernández de Elche y Rafael Ballester de la Jaume I de Castelló. Los tres participaron en una mesa de debate organizada por la Delegació d´Alumnes de Medicina de la UV para abordar esta decisión que tanto estudiantes como responsables universitarios rechazan de plano. «No es necesaria una nueva facultad y menos todavía con cargo a fondos públicos», aseguró el decano valenciano. Compañ, el más directamente afectado, resumió en cuatro puntos el por qué de la negativa: «ni hay suficientes plazas MIR para que los recién graduados se puedan especializar y trabajar así después en el sistema público, ni hay suficientes hospitales para hacer prácticas, ni hay suficiente profesorado en las universidades y una facultad de Medicina cuesta mucho dinero».

Anualmente salen de las facultades españolas cerca de 7.000 graduados en Medicina que necesitan pasar por un período de residencia en hospitales para poder ejercer en la sanidad. Sin embargo, al año se ofertan menos plazas MIR que graduados: 6.328 el año pasado. «Generar esa bolsa de parados es estar engañando a los estudiantes», aseguró el decano de la UJI, Rafael Ballester después de que se pusiera sobre la mesa que en 2016 salieron del país 3.000 egresados de la facultad. Aún así, anualmente se quedan en lista de espera para las facultades públicas valencianas unos 2.700 estudiantes.

«Está bien que se quiera salir pero no que estés obligado a ello», criticó Compañ. En ese sentido, Pallardó abundó en que se está formando a profesionales «excelentes con dinero público en España» que después aquí «se les exige ser mano de obra barata cuando en el extranjero están pagando barbaridades». El decano alicantino puso el dato curioso: «Suecia solo forma al 30 % de los médicos que necesita, les es más barato importar». Los decanos criticaron además que el sistema sanitario está ya «al límite» y no podría aceptar a más estudiantes de prácticas y que incluso se estaban superando las ratios en ciertos servicios. «Nosotros enviamos al 38 % de nuestros alumnos al Hospital General de Alicante. Si se crea la nueva facultad, dónde van a ir a estudiar? ¿a Alcoi? ¿a Dénia?» se preguntaba el decano alicantino.

Este es uno de los argumentos que los decanos esperan que pese a la hora de que la Conselleria de Sanidad informe favorablemente o no a la petición de Alicante, que depende totalmente de la voluntad del Consell para salir adelante. Pallardó adelantó que ya habían mostrado su posición a la consellera Carmen Montón «que se mostró receptiva» y la conferencia de decanos también «comparte nuestra opinión en contra», aseguró Federico Pallardó. Los estudiantes de las tres provincias, por ahora, están acordando acciones de protesta conjuntas.