Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La tragedia de Perú

Peruanos a 9.500 km de su gran 'riuada'

Los expatriados de Perú en la C. Valenciana encabezan una colecta para ayudar a los damnificados de las inundaciones en su país - «Es como si en la gran ´riuada´ de València se hubieran desbordado también el Júcar, el Ebro y todos los afluentes del Túria»

Peruanos a 9.500 km de su gran 'riuada'

Al consulado de Perú en València acaba de llamar una voz angustiada. Pide un salvoconducto urgente para volar a Lima: las riadas de agua, piedras y barro que han asolado el país, con al menos 75 muertos, 100.000 damnificados y 134.00 casas dañadas, han arrasado su vivienda. La mujer ha perdido toda su casa. Y no está de ánimo para entrevistas, se disculpa. En verdad, no hay casi ningún peruano de ánimo estos días. El cónsul en València, Jorge Salas, da fe. «Muchas llamadas, mucha preocupación. Todos quieren saber cómo pueden ayudar a sus compatriotas. Porque es muy triste ver cuántas familias han perdido lo poco que tenían», dice.

En la misión de asistencia y socorro a los damnificados que ha planificado Perú, el consulado de València se ha movilizado. Han abierto una cuenta bancaria (IBAN: ES74-0128-0600-3201-6000-1231) para enviar dinero al Instituto Nacional de Defensa Civil de Perú, con el fin de adquirir bienes a favor de los damnificados.

Saben que están en una tierra que conoce los efectos del agua devastadora. A ello alude enseguida Jorge Amorrortu. «Es como si en la gran riuada de València, se hubieran desbordado también el Júcar, el Ebro y todos los afluentes del Túria, y la zona inundada hubiera sido no como la capital, sino como toda la Comunitat Valenciana», ejemplifica. Jorge es peruano. Lleva casi medio siglo en València. Fue jefe de Cirugía Plástica del Hospital General. Parte de su familia reside en Piura, una de las zonas más devastadas por la catástrofe natural. El doctor Amorrortu lamenta que, como en tantas otras ocasiones, los más afectados son las clases bajas. «Los suburbios, las chabolas. Es un gran desastre», dice.

A un hermano suyo se le ha quedado la casa sin agua. Es lo menos que sucede hoy entre el catastrófico estado en que se halla Perú. «Muchos no saben ni cómo van a comer mañana; el desastre va a ser impresionante», subraya Jorge Amorrortu, que por su profesión y sus contactos deplora los efectos que están sufriendo algunos hospitales: inundaciones, evacuaciones, derrumbamientos.

12.000 registrados

El cónsul en València habla de una colonia de peruanos registrada en el consulado de unas 12.000 personas entre la Comunitat Valenciana y Murcia (su ámbito de actuación diplomática). Entre ellos está Virginia Oviedo. Es presidenta de la Hermandad del Señor de los Milagros de València. La imagen la guardan en la iglesia de Santa Mónica. Más que nunca se acuerdan ahora de ella. «Es una tragedia espantosa: los que más sufren son los que menos tienen. Y nosotros estamos aquí, con una impotencia tota preguntándonos cómo podemos ayudar. Y eso, de lejos, se pasa mal», cuenta.

En su hermandad son pocos. Algunos mayores con pensiones cortas, otros sin trabajo y pasándolo mal. Pero ya están pensando en cómo recaudar dinero y mandarlo para los damnificados. El Señor de los Milagros. Mientras esos llegan, de momento Perú busca dinero.

Compartir el artículo

stats