Los servicios antiterroristas de la Guardia Civil investigaron durante más de dos años a Samir, el marroquí afincado en Benetússer que a principios de 2015 se fue a Siria para unirse a las filas del Estado Islámico (EI), tal como informó ayer Levante-EMV. Samir, que tenía 32 años cuando huyó de su casa, dejando mujer y dos hijos de corta edad, es el primer caso que se registra en Valencia de un musulmán radicalizado que viaja a los territorios ocupados por el EI para unirse a sus milicias o participar en campamentos de entrenamiento para regresar a Occidente y cometer atentados indiscriminados como los que han tenido por escenario Francia, España, Reino Unido, Bélgica o Alemania.

De hecho, la Guardia Civil tenía sometido a una estrecha vigilancia al entorno de Samir para controlar su regreso y detenerlo antes de que pudiera poner en práctica las enseñanzas del Estado Islámico. En esta ocasión, sin embargo, no ha sido necesario, porque Samir murió durante un combate ­según las escasas informaciones que han llegado desde Siria -hace aproximadamente seis meses.

Al parecer, habría sido su mujer quien recibió las primeras noticias de su muerte, después de varias semanas sin saber nada de él, y posteriormente la noticia corrió como un reguero de pólvora entre la numerosa comunidad musulmana de Benetússer.

Según la información a la que ha tenido acceso este diario, la Guardia Civil ya seguía los pasos de Samir desde antes de su marcha, al tener conocimiento de que se había radicalizado intensamente en apenas unos meses. Al parecer, su personalidad -todos coinciden en que nunca llegó a integrarse en Benetússer-, unida a su situación familiar y laboral, le habrían llevado a encerrarse en sí mismo y a decantarse por las facciones más radicales del Islam. Todo apunta a que se autoradicalizó, posiblemente a través de internet, ya que la investigación ha descartado que ese proceso se produjese en la mezquita de Benetússer.

De hecho, se trata de una comunidad grande -unos 500 fieles, de los que entre 150 y 200 asisten a la gran oración de los viernes, el rezo más importante para los musulmanes- y muy moderada. También el iman que dirigía los rezos de esa mezquita hasta su marcha a Alemania hace dos meses por razones laborales -al parecer, no percibía el sueldo habitual de un iman y apenas podía sobrevivir- era de corte «muy moderado», lo que descarta también que el entorno religioso local influyese en la radicalización de Samir.

Los servicios de Información de la Guardia Civil, que acudieron a esa mezquita en varias ocasiones preguntando por Samir y sus intenciones, según explicaron a Levante-EMV varios de los asistentes habituales al templo islámico, también han descartado que en esa radicalización hubiese implicadas terceras personas.

Ante el juez

Por otro lado, Nour Eddine M., el iman accidental de Benetússer detenido el miércoles por la Policía Nacional acusado de haber llamado a la yihad y a la comisión de atentados contra occidentales a través de internet, comparecerá hoy ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz.

Según Interior, Nour Eddine, de 45 años, casado y padre de tres hijos, que dirigía el rezo de los viernes desde la marcha del iman oficial a Alemania, intentó captar a través de internet a combatientes para viajar a zonas de conflicto y colaborar con el Estado Islámico. Fuentes de la lucha antiterrorista dijeron ayer a este diario que, al parecer, el material intervenido a Nour Eddine en el registro de su domicilio es menos incriminatorio de lo esperado.