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Sanidad sienta las bases para integrar Alzira y eliminar la jubilación forzosa

El plan de Ordenación de Recursos Humanos (PORH) marca también cómo serán las ofertas públicas de empleo de aquí a 2019 - El documento no logra la unanimidad de los sindicatos en la mesa sectorial

Preparativos en la última oposición de enfermería que se realizó en València. miguel ángel montesinos

La mesa sectorial de Sanidad aprobó ayer el documento marco que va a regir la política de recursos humanos en la administración sanitaria de aquí a 2019. El Nuevo Plan de Ordenación de recursos Humanos (PORH) 2017-2019 sienta las bases para resolver varios de los grandes problemas en materia de personal que la conselleria de Carmen Montón tiene ahora sobre la mesa: cómo integrar a la plantilla de Alzira tras la reversión, dejar sin efecto los anteriores decretos de jubilación forzosa de los médicos a los 65 años o abordar las ofertas de empleo público de los próximos años ante una tasa de temporalidad que supera el 25 %.

Aunque no era condición sine qua non para hacerlo posible, el documento -que no logró la unanimidad de todos los sindicatos en la votación de ayer- sí establece los planes específicos que regirán la integración del departamento de salud de la Ribera a partir de abril de 2018. La conselleria todavía no ha desvelado cómo los actuales trabajadores de la UTE Ribera Salud se integrarán en el sistema público tras la reversión aunque, de cumplirse con lo previsto, se hará público en un plazo de no más de quince días. Una de las opciones con más fuerza es que se integren como personal laboral indefinido no fijo aunque desde Sanidad todavía no quieren desvelar sus cartas.

Pese a su importancia, este plan específico será la parte anecdótica de un documento que afecta a más de 51.000 trabajadores y establece otros puntos de calado como el diseño de las ofertas de empleo público de los próximos años además, después de realizar una «planificación y ordenación cuantitativa de la plantilla» y un estudio «más a fondo» de las necesidades presentes y futuras del sistema sanitario. En este sentido, el PORH regula también las órdenes de bolsa de trabajo e incluye un «compromiso» de elaborar un plan para reducir la eventualidad del empleo.

Jubilación forzosa

Otro de los quebraderos de cabeza que la Conselleria de Sanidad soluciona con el documento normativo -que todavía debe ser aprobado vía decreto por el Consell- es la aplicación de la norma que actualmente obliga a jubilar de forma forzosa a los profesionales médicos a los 65 años.

Según anunciaron ayer fuentes de la Conselleria de Sanidad, en el PORH se incluyen los criterios por los que se podrá prorrogar el trabajo más allá de esta edad, hasta los 67 años en un primer momento. En principio, la falta de profesionales será suficiente para determinar que se siga trabajando.

Además, el plan de recursos humanos introduce la posibilidad de alargar la edad de jubilación hasta los 70 años cuando concurran, además, otros criterios. Así, se tendrán en cuenta las solicitudes de profesionales «cuya continuidad sea de especial interés para la administración sanitaria» ya sea por calidad asistencial, técnica o investigadora o por «transmisión del conocimiento experto».

El documento incluye también la posibilidad de una jubilación anticipada parcial en puestos especialmente penosos.

CC OO y CSI·F, en contra

Los sindicatos no han apoyado de igual manera el documento en la mesa sectorial. Mientras que organizaciones como Cemsatse, UGT y Simap Intersindical Salut lo rubricaron, Comisiones Obreras y CSI·F se desmarcaron del texto. Desde CC OO criticaron abiertamente la ampliación para poder trabajar más allá de los 65 prolongación debía suponer «una excepcionalidad», y que los criterios para su concesión debían de ser «objetivos, tasados y que no den lugar a la discrecionalidad».

Para el sindicato, esta decisión suponía la autorización «de facto a un privilegio injustificado e innecesario a una parte de la plantilla que va a tener consecuencias muy graves en un futuro próximo».

Desde el sindicato CSI·F también criticaron el documento que rechazaron por completo al entender que incumplía, directamente, los objetivos «básicos» de un plan de estas características. CSI·F propuso una prórroga voluntaria de la jubilación hasta los 70 años con la única condición de estar en buenas condiciones físico- psíquicas.

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