? El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de la Comunitat Valenciana (AVTCV), José Manuel Sánchez, está absolutamente convencido de que el anuncio de entrega de las armas realizado por la banda terrorista «es un intento de escenificar una victoria cuando está totalmente vencida, pues a ETA la han derrotado el Estado de Derecho y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado».

Sánchez reivindica ahora más que nunca el papel de las asociaciones de víctimas del terrorismo. «Nuestra misión es el mantenimiento de la memoria de lo ocurrido y de lo que puede ocurrir», subraya.

Por ello insiste en la necesidad de «investigar lo que ha sucedido sin tergiversaciones políticas». «En la historia del terrorismo están los verdugos, que están del lado de los que matan, y las víctimas, que están en el lado del Estado de Derecho y la Democracia», concluye.

El delegado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en València, Miguel Ángel Alambiaga, es otro de los guardias civiles que sobrevivió al mayor atentado con explosivos perpetrado por ETA, el ataque contra la casa cuartel de Llodio del 26 de junio de 1989.

Sus sensaciones ante el anuncio de desarme son contrapuestas: «Ojalá pudiera decir que es el final. Por un lado siento esperanza, pero por otro un montón de desconfianza». Lo que exige a ETA es «su disolución total, que se arrepientan de verdad y pidan perdón, y colaboren con las familias de las víctimas de los 300 asesinatos sin resolver».

Aunque dice que le da un «voto de confianza al Gobierno», Alambiaga insiste en que las asociaciones deben estar «vigilantes para que el Ejecutivo no ceda al chantaje de ETA y que los presos cumplan las condenas que les han impuesto los jueces».