«No podemos hacer una política del palo y la zanahoria. Ser amables en el ministerio y no tan amables en el territorio, donde los representantes del mismo partido político llevan a los tribunales todo lo que se hace». Así reprochó ayer en el Senado el conseller de Educación, Vicent Marzà, al ministro del ramo, Íñigo Méndez de Vigo, que le llame al consenso para aprobar un pacto educativo de Estado mientras el PPCV amenaza con denunciar el decreto de plurilingüismo.

Marzà aprovechó su participación en el debate en el Senado sobre un acuerdo nacional educativo con Méndez de Vigo, en el seno de la Comisión General de Comunidades Autónomas, para reclamar al partido del Gobierno que el citado pacto «también sea territorial, pues son las autonomías las que tienen las competencias».

Al cónclave han asistido todas las autonomías, salvo Aragón, los grupos parlamentarios y el propio ministro, que ha defendido la necesidad de un pacto de Estado que dé estabilidad al sistema educativo español.

El conseller dedicó gran parte de su discurso de 8 minutos a defender el decreto de plurilingüismo que comenzará a aplicar el próximo curso en Infantil . El nuevo modelo de línea única se estructura en seis niveles según la mayor presencia del valenciano e inglés. Vincula el aumento de la docencia en la lengua de Shakespeare al aumento de la enseñanza en la lengua de Ausiàs March. Lo hace en base a los estudios de las universidades valencianas que sostienen que el bilingüismo favorece el aprendizaje de una tercera lengua extranjera.

«Tenemos que trabajar un plurilingüismo real, tan sencillo como que aquellos que podemos hablar de forma natural las dos lenguas que tenemos en nuestro territorio si las sabemos poner en valor sera la única manera de llegar aprender de manera efectiva una lengua internacional», argumentó Marzà.

«Respeto» para la lengua propia

Por esta razón, continuó, «hemos desarrollado un decreto donde hemos puesto en valor el aprendizaje de todas las lenguas y que parte del conocimiento de la lengua propia para llegar al conjunto de las lenguas». «Esto se tiene que respetar y se tiene que fomentar en la ley de educación», dijo el conseller, que empleó en gran parte de su discurso el valenciano, por lo que el ministro recurrió a la traducción simultánea para seguirle.

Además del pacto territorial, Marzà defendió que el acuerdo educativo descanse sobre la igualdad de oportunidades para todos, en referencia a la educación inclusiva. Por ello incidió en que debe «basarse en la educación pública, que no escoge a los alumnos y trata a todos por igual».

Los otros ejes, a juicio del conseller, deben ser la innovación, la implicación de la comunidad educativa a través de los ejes escolares y una financiación sostenible. «El pacto educativo tiene que ser real, con dinero, pues sin una financiación justa no podemos construir las escuelas que necesitamos», dijo.

También apostó por reducir las tareas burocráticas de los profesores, para que se dediquen sólo a enseñar, y acabar con los recortes del Gobierno como la tasa de reposición de las jubilaciones y la imposibilidad de sustituir las bajas de los docentes antes de 10 días.