A 24 horas de que comience el XIV Congreso Regional del PPCV, la lista de personas que acompañarán a Isabel Bonig en esta nueva etapa sigue siendo materia reservada, pero la presidenta regional ya ha hecho movimientos en pro de garantizarse un cónclave lo más apacible posible. De momento, según ha podido saber este diario, Bonig ha pedido al presidente provincial de Valencia, Vicente Betoret, una lista de nombres para el diseño de la nueva ejecutiva regional que someterá a votación el sábado.

Resulta obvio que la presidenta regional, sin rival para continuar al frente del partido al menos lo que resta de legislatura, hará una ejecutiva a su medida, pero no irá por libre. Interará, al menos, no tensar la cuerda con la provincia de Valencia. La lideresa se ha apoyado de forma significativa en la organización de Alicante y, salvo sorpresa mayúscula, seguirá haciéndolo en el futuro. La alicantina Eva Ortiz es firme candidata a convertirse en la número dos de pleno derecho (ahora es coordinadora), mientras que otros dirigentes próximos al barón provincial, José Císcar, como Juan José Zaplana, parecen tener silla asegurada en la primera línea.

Ahora bien, el problema de Bonig se llama provincia de Valencia, un territorio aún por reconstruir y que se enfrenta a una nueva batalla interna si finalmente la lideresa alienta una candidatura alternativa a Betoret, quien ya ha anunciado que quiere seguir.

El congreso regional de este fin de semana no despejerá esta incógnita, pero sí puede dejar pistas sobre qué pasará el día 3. Una de ella se visualizará si Bonig tiende puentes y abre la ejecutiva a personas de confianza del dirigente provincial. En ello confía el entorno de Betoret, que quiere ver en el gesto de Bonig de consultarle, una señal de que no habrá guerra en el congreso provincial. Cabe recordar que Bonig no negoció con la provincia la composición de la gestora en ciudad de Valencia, uno de los focos de conflicto más importantes que siguen abiertos.

Pero más allá de si Bonig tiene o no en cuenta los nombres que le proporcione Betoret, la lideresa se enfrenta al problema de devolver a Valencia el protagonismo perdido estos dos últimos años. Dirigentes destacados de la provincia de Valencia presionan para que Bonig visualice en su nueva ejecutiva el peso de la organización en Valencia, algo que podría hacer con el puesto de coordinador si decide mantenerlo como refuerzo y contrapeso a la secretaría general.

La elección del equipo no es una cuestión menor, ya que un ninguneo evidente a la provincia de Valencia, podría despertar un voto crítico en el congreso que, aunque no tuviera repercusión en la designación, si evidenciaría una fractura. Ya le ocurrió a Alberto Fabra. Y esta contestación ni si quiera podría detenerla Betoret, quizás el menos interesado en que se produzca. El voto es secreto y hay muchos compromisarios de Valencia.

Personas cercanas a Bonig admiten que a dos años de las elecciones, lo más sensato sería evitar la división y sentarse con Betoret para dejarle la pista libre para repetir pero con un ejecutiva controlada desde la regional. Ahora bien, impedir candidatos que den el paso no está en la cabeza de Bonig. Cospedal y Rajoy estarán en Valencia y algunos dirigentes esperan que reitere el mensaje de unidad.