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Crisis en el partido

Podemos fulmina a sus referentes en dos años

Montiel abandona el liderazgo del partido en unas semanas y ni Sandra Mínguez ni Àngela Ballester cuentan ya para Pablo Iglesias

Podemos fulmina a sus referentes en dos años

La imagen de la caída de todos los referentes nacionales que junto a Pablo Iglesias contribuyeron a levantar Podemos ya tiene su correlato en la Comunitat Valenciana. La desaparición de la primera línea en el ámbito estatal de Íñigo Errejón, Carolina Bescansa o Juan Carlos Monedero encuentra un claro paralelismo en este territorio.

En unas semanas, el secretario general, Antonio Montiel, abandonará el liderazgo orgánico y las dos valencianas que integraron hace algo más de dos años la primera dirección estatal, Àngela Ballester y Sandra Mínguez, ya no cuentan para Iglesias.

Aunque el líder nacional aseguró el miércoles en su visita a València que Montiel seguirá jugando un papel fundamental y que es un valor para el partido, la realidad es bien diferente. Montiel nunca ha conectado con Iglesias y su papel queda reservado, de momento, al ámbito parlamentario. Sin embargo, la nueva dirección que salga de la asamblea del 14 de mayo tendrá que ratificar su continuidad o apostar por otro diputado. En el entorno de Montiel explican que las bicefalias entre el líder del partido y el portavoz parlamentario son habituales en la mayoría de partidos, por lo que remarcan que la nueva situación tampoco resultará tan extraordinaria.

Sin referentes pablistas

Por su parte, la diputada Àngela Ballester mantiene un puesto en el Consejo Ciudadano Estatal pero su acceso a ese órgano se produjo por la vía errejonista por lo que su peso interno es irrelevante.

Además, el arrinconamiento se ha hecho muy visible en el Congreso de los Diputados, donde Ballester ha pasado al gallinero tras ocupar un escaño próximo a Iglesias después de la reestructuración que el secretario general acometió en el grupo tras apartar a Errejón y darle la portavocía y la plataforma mediática a Irene Montero.

Por su parte, Mínguez también ha perdido el hilo directo que un día tuvo con Iglesias. Pese a que se ha mantenido fiel al pablismo en un territorio marcadamente errejonista, la diputada ya quedó fuera de la dirección estatal de Podemos después de que su nombre quedara excluido de la lista que apadrinó Pablo Iglesias para la Asamblea de Vistalegre de febrero. Entonces hubo especulaciones sobre si su exclusión estaba pactada para evitar una duplicidad de cargos y reservarla para la carrera autonómica, pero su anuncio esta semana de que tampoco optará a liderar ninguna candidatura en la Comunitat Valenciana ha acabado por desvelar su falta de apoyos en Madrid.

En paralelo, la tensión en las bases valencianas de Podemos ha ido en aumento en las últimas horas después del espaldarazo público que Pablo Iglesias brindó el miércoles a la organización Frente Cívico, ligada a Izquierda Unida, y a dos de sus impulsores, el profesor Héctor Illueca y la senadora Vicenta Jiménez, como ayer informó Levante-EMV.

El partido se halla inmerso en la precampaña y en Podemos nadie cree que la irrupción de Iglesias sea casual. Las fechas clave de esa campaña son el 10 de abril para la presentación de documentos y el 27 de ese mes para las candidaturas, antes de la asamblea del próximo 14 de mayo.

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