Se apellidan igual pero no son familia, se apresuró a asegurar ayer Mónica Oltra. La similitud de nombres es tal que la vicepresidenta hasta se confundió informando de sus cargos durante la rueda de prensa posterior al pleno del Consell. Se trata de la incorporación de Verónica López Ramón, exdiputada en las Corts y concejala socialista en el Ayuntamiento de Altea, quien será la nueva directora general de Justicia tras la salida de Maria Àngels García Vidal. Junto a ella, Bárbara López Ramón se une también al organigrama de la Administración valenciana. Será la nueva subsecretaria de Justicia en sustitución de Luis Felipe Martínez.

La vicepresidenta insistió ayer en que desconoce los motivos de ambas salidas. Gabriela Bravo cesó a Martínez debido a las discrepancias que existían entre los dos desde hacía tiempo, mientras que García Vidal salió por «motivos personales», indicaron en su momento.

La conselleria quedó entonces semidescabezada, por lo que el departamento de Bravo se apresuró en buscar sustitutos. Y lo han hecho en el mundo de la Justicia, ya que la idea de la consellera era formar un equipo alejado del partido (PSPV) que llevó al cargo. Con todo, el nombramiento de Verónica López viene a compensar la cuota socialista que demanda el pacto de «mestizaje», ya que la salida de Martínez dejaba cojo este mezclum. Ahora, el puesto de subsecretaria queda en manos de una técnica interventora (Bárbara López) que hasta ayer trabajaba en el consistorio de Picanya. De perfil progresista, pero sin carnet de partido.