Es tiempo de liquidación de presupuestos en las distintas administraciones públicas, momento en que tienen cabida decenas de diferentes interpretaciones de un mar de cifras que dejan números para todos los gustos. En concreto, respecto a las cuentas de la Generalitat, la oposición incidirá en que solo se ha ejecutado el 57,5 % de las inversiones, dejando más de 428 millones sin gastar. El gobierno valenciano, en cambio, puede replicar que de esa cifra, más de la mitad corresponde al fallido Plan Confianza de Camps, aquel que se impulsó en 2009 y que a día de hoy todavía cuenta con un reguero de carteles anunciando obras en los municipios valencianos que continúan siendo descampados.

En concreto, del total de operaciones de capital se comprometieron el año pasado 707 millones, el 70,2 % del total del presupuesto definitivo, que finalmente fue de 1.007 millones. El compromiso de gasto hace referencia a los contratos firmados y obras en marcha, así como a subvenciones para inversión ya concedidas. Pero no significa que finalmente se hayan llegado a ejecutar. En este sentido, fueron 579 los millones que se ejecutaron, es decir, los que pudieron certificarse y justificarse (finalmente, de estos se llegaron a pagar 383 millones).

De los 428 millones sin ejecutar, 170 corresponden a la era Camps. Tenían que haberse ejecutado en 2011, pero van heredándole de ejercicio en ejercicio, tanto en forma directamente de proyectos del plan Confianza como por reformulaciones que hicieron posteriormente los alcaldes, ya que se amplió el plazo para que los consistorios reformularan proyectos inservibles o inútiles socialmente (por ejemplo Valencia ha incluido entre otras obras del Cabanyal).

A estos 170 millones se suman otros 24 de ayudas a la viviendas de la etapa de Bonig que no se pagaron. En los presupuestos de 2016 se incorporaron por primera vez como remanentes (no estaba en 2015) 50 millones, de los que se han ejecutado 26, y quedan los 24. Además, hay otros 50 millones del recorte que impuso Montoro a través del acuerdo de no disponibilidad para que la C. Valenciana pudiera acceder al FLA. En total, 244 millones sin ejecutar, la mitad de los que tiene pendientes el Consell.