El «cerebro» del caso Emarsa, Jorge Ignacio Roca Samper, fue condenado ayer a dos años de prisión por simular una operación comercial de exportación de 10.000 taxis a Pakistán. El juzgado de lo Penal número dos de València falla en contra no solo del fugado a Moldavia (y posteriormente localizado), sino también contra dos empresarios más, -José Luis Sena y Vicente Ros-, a los que conoció cuando empezó a trabajar para la depuradora de Pinedo.

La sentencia, que impone además una multa de 300.000 euros a los tres, recoge que Roca Samper percibió 600.000 euros por unos trabajos de asesoramiento e intermediación que no llegó a realizar. A su vez, los empresarios se dedujeron ese gasto para aminorar su cuota a Hacienda, para lo que se sirvieron de una red formada por varias empresas interpuestas.

Auto contra Álvaro Pérez

Por otra parte, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJ) no ve trato discriminatorio del presunto número dos de la trama Gürtel Pablo Crespo y del exgerente de Orange Market, Álvaro Pérez «El Bigotes», con Iñaki Urdangarin, exduque de Palma, y los mantiene en prisión provisional por las irregularidades de la feria de turismo Fitur. Así consta en dos resoluciones, facilitadas por el tribunal valenciano, en las que la Sala desestima los recursos de súplica interpuestos por Crespo y El Bigotes contra la prisión provisional acordada tras ser condenados el pasado mes de febrero a 13 años y 3 meses de prisión y 12 años y tres meses de prisión respectivamente.

El tribunal valenciano les consideró culpables de los delitos de asociación ilícita, tráfico de influencias, malversación, falsedad y cohecho en el caso Gürtel por las adjudicaciones irregulares de la Generalitat al grupo Correa para el montaje del expositor de la Comunitat Valenciana en Fitur en las ediciones de 2005 a 2009.