La decisión de la portavoz del PP en la diputación de Valencia, Mari Carmen Contelles, de presentarse como candidata a la presidencia provincial del partido no ha causado sorpresa en la actual dirección, pero no deja de ser un mazazo para el presidente provincial, Vicente Betoret, y su entorno, al que le quedaba la esperanza de que este paso no se diera. Las llamadas de Génova a la unidad este fin de semana en el XIV Congreso Regional celebrado en València no han sido suficientes tal como avanzó ayer este diario, para que la exalcaldesa de la Pobla de Vallbona dé un paso atrás. Está lista para lanzarse y prevé hacerlo en breve en un acto donde visualizará sus apoyos.

Contelles lleva tiempo recabando avales y cuenta con el aliento soterrado de la presidente regional, Isabel Bonig. Aun así, el entorno de Betoret confía en que la dirección nacional se mueva y contacte con Contelles para desactivar una candidatura que, advierten, abrirá en canal la provincia.

De hecho, según algunas fuentes, ayer el asunto se trató en los despachos de la calle Génova. Dolores de Cospedal y Fernández Maillo no quieren confrontación. Bonig y los miembros del comité ejecutivo (entre ellos, el propio Betoret) viajaron ayer a Madrid para asistir a la reunión. Fuentes de la cúpula regional negaron haber recibido indicación alguna sobre Valencia más allá del interés de que la renovación provincial esté lista antes del mes de juno.

Con todo, a estas alturas y con Bonig reelegida por las bases, parece difícil un paso atrás y la provincia parece abocada a una batalla que será reñida, según admiten ambos bandos. Es difícil vaticinar qué pasará en un proceso donde toda la militancia podrá votar.

Betoret tiene a su favor que es el presidente del partido y lleva tiempo trabajándose los municipios. Ahora bien no controla todo el territorio y tiene enemigos: los rusistas, la mayoría de ellos, caídos , pero que siguen activos en la sombra. No le perdonan lo que consideran una deslealtad con ellos cuando su mentor, Alfonso Rus, cayó en desgracia. Están con ella, pero no son los únicos.

Adsuara se borra

Bonig sabe que no puede apoyar públicamente a Contelles, pero la acaba de señalar al ratificarla como secretaria de organización, como lo lleva haciendo desde hace meses. Es de su confianza y nadie en el partido a estas alturas duda de que tiene su aliento. Resulta obvio que el dilema para muchos será elegir entre Betoret o a la propia lideresa. La apuesta no deja de ser arriesgada para la propia lideresa ya que si pierde tendrá abierto un frente con la provincia de Valencia por mucho tiempo, al tiempo que Génova tomará nota.

Sin embargo, Bonig parece dispuesta arriesgar. El desencuentro con Betoret viene de lejos y, además, apuntan desde la cúpula regional, el descontento va por libre. Como ejemplo ponen el hecho de que haya otros militantes, como la exalcaldesa de la Font de la Figuera, Maria José Penadés, quiera aspirar, aunque probablemente no logre ni si quiera reunir los avales. Otro de los que coqueteaba con hacerlo, el alcalde de Alfafar y diputado provincial, Jose Ramón Adsuara, ha hecho llegar a la provincial que se borra.