Rusia ha vuelto a la escena internacional. ¿Lo hace con vocación de liderazgo?
Rusia siempre ha sido un actor importante, una potencia mundial. Pero, ahora, el mundo muestra una tendencia clara a convertirse en multipolar. Y Rusia es uno de los actores para definir el futuro de esa configuración. Esperemos que sea constructiva para mejorar la vida de la población.
¿Y por qué Rusia despierta tanto recelo?
Al principio de los años noventa, tras la desintegración de la Unión Soviética, Rusia se sumió en una crisis profunda: política, económica y social. Las demás potencias la consideraron un país menor: con gran territorio pero sin gran importancia. Ahora que Rusia quiere de nuevo ayudar a redefinir la agenda internacional, desde un punto de vista constructivo, no a todos les gusta. Y es verdad: Rusia ha vuelto al mundo. No hay más que ver la prensa. O cuando eligen a Putin como hombre más influyente del mundo.
Y a veces también el más diabólico. La imagen es negativa.
Lamentablemente, hay una tendencia que trata de presentar a los dirigentes de Rusia y al propio país como una fuerza oscura, con influencia clandestina, que intenta influir incluso en los procesos electorales ajenos. Pero no es verdad. Es el intento de crear un enemigo para manipular a su propia gente. O para cubrir sus propios errores.
¿Cortina de humo?
Sí, cortina de humo. Es ridículo, pero también peligroso: están diciendo que una fuerza oscura elige a los gobiernos de otros países. Que su voto no vale. Es un desprecio a sus propios electores.
Parece que Putin no manda solo en el Kremlin, sino también en la Casa Blanca.
¡Uno podría llegar a esas conclusiones si atiende a las acusaciones! En cualquier Casa, sea Blanca, Roja o Rosada, mandan sus propios dirigentes, los que eligieron los electores de su país.
¿Es este el mejor momento para el orgullo del pueblo ruso tras el fin de la Unión Soviética?
La Historia rusa está tan llena de hechos heroicos que el orgullo nunca se ha perdido. ¡Es difícil para un ruso perder su orgullo! Hay periodos más difíciles que otros. Los años noventa fueron difíciles. Pero la gloria rusa está ahora presente, como siempre lo ha estado.
Se acerca el centenario de la Revolución rusa. ¿Qué lección ha de extraerse de aquel levantamiento popular?
Una lección importante: fue un hecho histórico trascendental que ha cambiado no solo a Rusia, sino al mundo. Cualquier revolución es un hecho sangriento. Tras la Revolución llegó la Guerra Civil rusa, muy sangrienta. Pero entre los frutos de la Revolución, mi país ofreció al mundo el voto de la mujer, el trabajo de ocho horas y otros logros sociales que después fueron imitados.
¿Sería peligrosa hoy otra revolución popular en Rusia? Estos días se ven manifestaciones por parte de opositores a Putin...
Estoy completamente seguro de que Rusia ya ha agotado su cupo de revoluciones. Tuvimos varias en el siglo pasado y ya nos hemos decantado por el progreso evolucional. Por la evolución, y no por la revolución. Precisamente porque sabemos lo que son y lo que implican las revoluciones. Algún otro pueblo quizás no lo sabe.
En València hay consulado ruso desde hace unos años, una línea directa reciente València-Moscú, y es la segunda comunidad con más turistas rusos. El auge de las relaciones es importante.
¡Parece que usted vio mis notas: ha señalado todos los datos que llevo! Es muy importante la relación. Y por eso estoy aquí. También es la segunda comunidad autónoma española en la que viven más rusos: más de 20.000. El turista ruso escoge València como segundo destino dentro de España. No solo por el sol y la playa, sino para disfrutar la historia riquísima del casco histórico de València, sus museos, su gastronomía y su gente hospitalaria. Mire: una investigación del Real Instituto Elcano concluye que el país que mejor imagen tiene de España en todo el mundo es Rusia.
Dígame dos tópicos sobre la actual Rusia que quiera desmontar.
Primero: que Rusia es un país bárbaro y agresivo. No es así. Rusia es un país amigo y pacífico. Nadie perdió a tantas personas en la Segunda Guerra Mundial como Rusia, con 27 millones de muertos. No queremos repetir conflictos. Y segundo: frente a lo que se dice, Rusia es un país democrático.
Eso se pone en cuestión.
Sí, a Rusia a veces se la presenta como un país con totalitarismo o con otros «ismos» que se inventan. Pero Rusia es un país con una democracia joven. Y si usted me menciona una democracia perfecta en el mundo, yo se lo agradecería. Nosotros también somos una democracia imperfecta. Pero estamos perfeccionando nuestros logros democráticos.
Estos últimos días, el opositor ruso Navalny y centenares de personas fueron detenidas en Moscú por manifestarse en las calles contra la corrupción del Gobierno.
Le explico: estamos cumpliendo la ley. Las manifestaciones no fueron prohibidas. Es más: fueron permitidas. A los organizadores se les dio dos opciones diferentes sobre el lugar en el que manifestarse. Pero prefirieron otra que no fue permitida. Y los organizadores no avisaron de ello a los manifestantes. Se confundió a la gente. Eso sucede en cualquier país: si hay una manifestación no permitida, se actúa.
¿Qué similitudes ve entre Putin y Trump?
El presidente norteamericano quiere defender los intereses de los Estados Unidos y quiere hacer de América un Estado grande. Esa es también nuestra idea. Nuestro presidente quiere también que Rusia sea un Estado fuerte y que defienda los intereses de los ciudadanos para que vivan bien. Ésa es su idea central. Para que los rusos estén orgullosos de su país.
