El Ministerio de Fomento aumentará oficialmente en un 3,97% el presupuesto para la Comunitat Valenciana aunque las obras necesarias para completar el corredor mediterráneo hasta Alicante por el sur y hasta la frontera francesa por el norte no se completarán, como mínimo, hasta 2020.

Tampoco hay nuevas inversiones en grandes infraestructuras como carreteras, tan solo continuidad y siempre a paso de tortuga en obras que comenzaron en 2007 o incluso antes y que no terminarán en 2017, según admite el propio ministerio al programar partidas -en algún caso las más cuantiosas- para el año 2020.

El presupuesto en Infraestructuras parece dar la razón al Gobierno cuando asegura que la inversión en la Comunitat Valenciana es prioritaria. Para ello basta comparar la inversión de Fomento, con una asignación al territorio valenciano de 112.936.750 euros en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2017, lo que representaría, sobre el papel, un incremento próximo al 4% respecto a los 108, 6 millones de euros consignados en 2016. Sin embargo, las cifras en este caso son engañosas: Fomento se quedó muy lejos de gastar los 108,6 millones de euros a los que se comprometió, dejando obras no ejecutadas o paralizadas que hereda el actual presupuesto.

En ferrocarriles, el peso de la inversión lo asume ADIF-Alta Velocidad, siendo el tramo Vandellós-Tarragona el más beneficiado con 75,27 millones de euros, pero con partidas consignadas hasta 2019, por lo que, de cumplirse la programación, la vía no estaría operativa hasta 2020.

Lo mismo ocurre en el tramo Vandellós-València, donde el grueso de la inversión se traslada a 2018, con 57,8 millones en Tarragona; 60,2 en la provincia de Castelló y 29,8 en València, donde probablemente se inviertan en la colocación de un tercer hilo en el tramo València-Sagunt, tal como anunció ayer el Ministerio de Fomento.

Otro ejemplo, ADIF incluye una partida de 73, 6 millones bajo el epígrafe «Corredor Mediterráneo», sin especificar. Para 2017, la inversión será de solo 2 millones de euros y habrá que esperar a 2018 (10,2 millones) y 2019 (30.8 millones) para ver avances significativos. Ni un euro para el túnel pasante de Valencia o la prolongación del túnel de Serrería. El camino para convertirse en el semáforo de Europa está expedito.

Más hacia el sur, la renovación del tramo La Encina-Moixent-Xàtiva, imprescindible para conectar el corredor mediterráneo (57.2 millones), solo recibe este año 894.000 euros y tiene presupuesto hasta 2020.

Por lo que respecta a la renovación de vía en el tramo Sagunt-Teruel, dotada con 50 millones de euros, este año recibirá 2,04 millones y el grueso de la inversión no llegará hasta 2018 (15 millones), 2019 (16.5 millones) y 2020 (16.5 millones).

No hay avances en Cercanías, solo obras de mantenimiento y estudios menguantes que afectan al Tren de la Costa, la línea Xàtiva-Alcoi o la electrificación del tramo València-Buñol.

Finalmente, en carreteras entran dos nuevos proyectos con fuerza: en la N-232 (Variante de la Bota-Morella) y la conexión del aeropuerto de València con la V-30 mientras siguen su ritmo lento y casi eterno obras como la variante de Sueca-Favara o la de la Font de la Figuera. Ni rastro tampoco de las variantes necesarias para favorecer las incorporaciones a la AP-7 con vistas al final de la concesión.