Amancio Ortega, magnate del textil propietario de marcas como Zara, Massimo Dutti o Bershka y uno de los hombres más ricos del planeta, se comprometió ayer a través de la fundación que lleva su nombre a donar casi 30 millones a la sanidad valenciana para actualizar, de un golpe, los equipos tecnológicos de diagnóstico y tratamiento contra el cáncer de 18 hospitales públicos de las tres provincias.

La generosa aportación de la Fundación Amancio Ortega -que ayer rubricaron la vicepresidenta de la institución y segunda mujer de Ortega, Flora Pérez, y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig- forma parte de los 320 millones que se van a repartir, para el mismo fin, por toda España. El mecenazgo sanitario de Ortega ya se había implantado en su tierra natal, Galicia, y desde el año pasado también en Andalucía. La Comunitat Valenciana será así la tercera región en recibir fondos de la fundación.

La firma no solo era una declaración de intenciones sino que ya incluía cifras y beneficiarios concretos:29.825.000 euros de donación para 18 hospitales, departamentos de salud y cuatro unidades de Prevención de Cáncer de Mama que se concretan en un nuevo PET-TAC, ocho TACs, 15 mamógrafos digitales (entre nuevos equipos y actualizaciones de los ya existentes), 7 equipos de resonancia magnética, 8 aceleradores lineales y la inversión necesaria para que Alicante pueda preparar sus radiofármacos sin depender de València.

Equipos obsoletos

Gracias a este dinero, la Conselleria de Sanidad logra de un plumazo quitarse parte de la rémora que supone arrastrar unos equipos obsoletos. «Nos permitirá recorrer en muy poco tiempo el terreno pendiente en la sanidad valenciana en materia oncológica», resumió Puig que habló de «salto cualitativo» en la atención de los pacientes.

Sanidad ya había puesto el foco en la obsolescencia tecnológica del sistema sanitario y, de hecho, se habían comprado ya tres nuevos PET-TAC (para el Doctor Peset, el Provincial de Castelló y el San Juan de Alicante), ya que solo se contaba con uno público. Sin embargo, la tarea era ingente (había equipos TAC sin actualizar desde 1985) y, tal como subrayó ayer Puig, la donación es «especialmente relevante» porque llega cuando «menos fondos» tiene la Comunitat Valenciana «para alcanzar sus metas», en referencia a la flaca dotación del Gobierno en los presupuestos generales de 2017.

La distribución de los equipos -realizada en base a las necesidades de la conselleria y consultando con los profesionales- responde además al interés de la administración por concentrar la alta tecnología contra el cáncer en varios hospitales de las tres provincias: La Fe, General de València, Clínico y Doctor Peset en València; Provincial de Castelló; y San Juan de Alicante y General de Elx. En estos siete hospitales es donde se irá el grueso de la inversión de la donación de Ortega con tres hospitales especialmente dotados: el Clínico, el General de València y el de San Juan de Alicante.

Esta concentración de la alta tecnología como los aceleradores lineales que se utilizan para la radioterapia de los pacientes oncológicos (y que se llevan el 55.65 % del total de la inversión) se complementa, por otra parte, con llevar la tecnología básica a todos los departamentos de salud.

Así, destacan los dos equipos de resonancia magnética que se van a comprar para los hospitales de Vinaròs y Requena que no tenían y cuyos pacientes tienen que desplazarse «hasta 70 kilómetros» para someterse a esta prueba o los mamógrafos para las unidades de prevención del cáncer de mama de Alzira, Burjassot, Benidorm y Gandia para completar la cobertura de toda la población.

La Conselleria de Sanidad trabaja ya en el pliego para sacar a licitación la compra de los equipos, que se adjudicarán por lotes.