? La reputada oncóloga Ana Lluch, que también participó en el acto dando voz de los profesionales oncológicos, fue la que puso el dedo sobre la llaga: «Valoramos mucho la posibilidad del mecenazgo para cubrir, de forma complementaria, el espacio donde la administración tiene dificultades para llegar». La especialista recordó que los poderes públicos son «los primeros y principales responsables de la política presupuestaria», pero dejó la puerta abierta a acciones como la de Amancio Ortega que va a suponer, dijo, «un antes y un después» en la medicina pública valenciana.

Las palabras de Lluch serían el reflejo de la corriente imperante ahora en la administración proclive a dotarse de una nueva ley del Mecenazgo que «facilite» gestos como el de la fundación Amancio Ortega. Lluch dio las gracias «de corazón» por el avance tecnológico que, al final, «se traslada a los pacientes».