La Audiencia provincial de Barcelona ha condenado a la farmacéutica Sanofi a indemnizar con más de 10.000 euros a una vecina de Requena por los daños que la ingesta del medicamento Agreal, que tomó durante al menos dos meses en 1999 para tratar síntomas premenopáusicos, le causaron y que sigue sufriendo.

La sentencia, que todavía no es firme y contra la que aún cabe recurso, se tomó tras estimar la sala parcialmente el recurso presentado por esta mujer contra el fallo previo del juzgado de Primera Instancia número 31 de Barcelona, que falló en contra de sus intereses en 2014 al entender que los daños habían prescrito. La Audiencia, sin embargo, entiende que los problemas de depresión que arrastra la recurrente desde 2000 -y que antes no padecía- son consecuencia directa de la ingesta de este medicamento que, de hecho, se dejó de comercializar en España en 2005 tras conocerse los efectos adversos que producía.

Pese a que, en este caso en concreto, la sentencia no relaciona directamente el proceso de fibromialgia y otras afecciones que la mujer ha venido sufriendo con el tratamiento con Agreal, sí establece que la mujer sufrió «daños en su salud por el proceso de depresión acaecido como consecuencia de la ingesta del Agreal». Hasta que inició la ingesta del medicamento, la mujer «apenas había acudido al médico por problemas de salud, situación que cambia con la ingesta del Agreal, momento a partir del cual se produjeron graves estragos en la integridad física y psíquica de esta persona», añade la sentencia.

Falta de información

El fallo establece también que el medicamento -recetado en España durante años para tratar los «sofocos»- «produce efectos secundarios no previstos por el laboratorio demandado en la información facilitada a los pacientes en el prospecto. Precisamente, la falta de información que aportó la farmacéutica sobre los efectos negativos de la toma del Agreal ha estado en la base de la sentencias en contra que la compañía.

Así, el Tribunal Supremo ya se ha pronunciado en diversas sentencias en este sentido asegurando que en el prospecto del medicamento no se hallaban descritos «suficientemente los efectos adversos» y la información que contenía era «insuficiente e inadecuada».

Con esta base, son varios los procedimientos judiciales que se han seguido y aún están abiertos de forma individual en toda España contra la compañía farmacéutica que ya tuvo que indemnizar en 2014 a 146 mujeres con más de 700.000 euros por este motivo. La asociación valenciana de enfermas del Agreal lleva varios años de lucha en los tribunales para que se establezca de forma unívoca la relación entre el medicamento y una serie de problemas físicos y psicológicos que han sufrido numerosas mujeres a las que se les recetó el fármaco, el conocido como Síndrome del Agreal. Pese a haber acudido a todas las instancias, «hasta el tribunal de Estrasburgo», según recordó la presidenta de la asociación, Mª Luz Navarro, el grupo no ha logrado su objetivo en los tribunales pero ahora trabajan «en una nueva estrategia para reabrir el debate», añadió.

Según explicó el abogado que trabaja con la asociación, Francisco Almodóvar, el objetivo es iniciar «un nuevo procedimiento civil» de acción colectiva contra la farmacéutica en los juzgados de València a imagen del que ya se ha presentado en los juzgados de Madrid. «De hecho los dos procedimientos van a retroalimentarse», explicó.