Presidencia de la Generalitat publicó ayer la reforma de la Ley 4/1998 del patrimonio cultural valenciano, que data de la época en la que el popular Eduardo Zaplana era jefe del Consell, para incluir en ella la protección como bien de relevancia local de las construcciones civiles y militares de la Guerra Civil que han llegado hasta nuestros días en la Comunitat.

La modificación permitirá que a partir de ahora también goce de la protección como bien inmueble de relevancia local (BIRL) «el patrimonio histórico y arqueológico civil y militar de la Guerra Civil, además de los espacios singulares relevantes e históricos de la capitalidad valenciana de la Segunda República, como todos aquellos edificios que se utilizaron de sede del Gobierno republicano» durante los casi 12 meses que se instaló en el cap i casal (entre el 7 de noviembre de 1936 y el 31 de octubre de 1937).

La Presidencia de la República, con Manuel Azaña (Izquierda Republicana) al frente, y el Consejo de Ministros presidido por el socialista y ugetista Francisco Largo Caballero, recurrió a la ocupación de palacios de aristócratas o gente adinerada, que o bien se habían dado a la fuga para salvar sus vidas o «cedieron» sus propiedades para evitar su detención.

Las recepciones de la Presidencia de la República se realizaron en el palacio de Benicarló, actual sede de las Corts, mientras que los servicios de Presidencia y Guerra estuvieron en la calle Pintor Sorolla, en el palacio del Marqués de Penalba (número 8) y en el palacio de los Pescara, edificio que ahora es la sede de un banco junto al Corte Inglés. El Ministerio de Hacienda se ubicó en el palacio de Moróder (Plaza de Tetuán, 6), ya desaparecido, mientras que el Ministerio de la Gobernación ocupó el palacio del Barón de Llaurí (c/ Samaniego) y el de Comunicaciones, el edificio principal de Correos.

El Ministerio de Trabajo abrió en las dependencias del palacio de la Caja de Previsión Social, en la calle Marqués de Sotelo, conocido como la casa del xavo por los 10 céntimos de peseta que en los años 20 del pasado siglo pagaban los trabajadores como cotización para los fondos de protección social.

El Ministerio de Sanidad tuvo varias sedes, entre ellas la Casa de los Montenegro de la calle Sorní o el palacio de Marqués de Campo en la plaza del Arzobispado. El Ministerio de Agricultura, se instaló en el Palacio de Trenor de la calle Caballeros 43 y el de Justicia en el número 22 de la misma vía.

El Ministerio de Propaganda ocupó el edificio de la Caja de Ahorros, la sede histórica del Banco de Valencia del chaflán de las calles Barcas y Don Juan de Austria, mientras que el de Instrucción Pública estuvo en la Plaza de Alfonso el Magnánimo, 1 y luego se trasladó al Hotel Palace en el 42 de la calle de La Paz, el actual Vincci Hotel.

De la Pobleta a Villa Amparo

El cambio introducido por el Consell de Botànic en la Ley de Patrimonio también extiende la figura de BIRL a «los espacios relevantes que utilizaron personajes importantes de nuestra historia durante el período de guerra de 1936 a 1939». Esto englobaría a la Finca La Pobleta de Serra que albergó la vivienda de Azaña o al chalé Villa Amparo de Rocafort en el que vivió el poeta Antonio Machado. O también la casa de los marqueses de la Bastida, en el piso principal de la finca de la calle Císcar 61, donde hubo una residencia de miembros del gobierno que alojó al socialista Indalecio Prieto, ministro de Marina y Aire.

Los cambios recuperan también la salvaguarda de los núcleos urbanos históricos tradicionales que retiró en 2012 el Consell de Alberto Fabra. «Debe recuperarse para parar la destrucción de los elementos urbanísticos de nuestros pueblos y ciudades», asevera la nueva ley firmada por Ximo Puig. Además, amplia la figura de BIRL a los molinos antiguos de agua, hornos de cal y relojes de sol anteriores al siglo XX. También se extiende la protección de que gozan las barracas tradicionales de la comarca de l´Horta «a todas las huertas valencianas».