La actual cúpula socialista quiere borrar la estructura provincial del partido, impuesta en 2008. Hasta aquí no hay novedad: Ximo Puig y su equipo no son dudosos en su defensa de las comarcas. La miga está en cómo lo quiere hacer. La idea es plantear en el próximo congreso federal del PSOE que las federaciones tengan libertad para decidir sobre sus estructuras. Ahora todas están obligadas a tener organizaciones provinciales, una medida que el partido tomó en detrimento de la tradición comarcal del PSPV y del socialismo gallego. Es la que ahora se quiere revertir.
Las ponencias del congreso de junio no entran en el asunto de las provincias, fuertemente implantadas en lo que se podría llamar la España central (el PSC va a su aire como partido independiente, ya se sabe). El plan que dirigentes socialistas valencianos están ahora encauzando es la presentación de algún documento vía enmiendas que elimine las restricciones organizativas actuales y abra la puerta a que cada federación establezca su organización territorial según su criterio e historia.
La propuesta encaja además con el espíritu de un PSPV fuerte y autónomo en el que Puig insiste.Según ha podido saber este diario, el planteamiento incluso ya ha sido comentado con representantes del PSOE para que sea, al menos, acogido y objeto de debate.
Además de la tradición comarcal de la formación, uno de los argumentos que se pone sobre la mesa es el económico. «La estructura provincial duplica gastos», aseguran a Levante-EMV defensores de la iniciativa.
De lo que no se habla es del trasfondo político. Y lo hay. Las direcciones provinciales se han convertido en ocasiones en un auténtico contrapoder para la dirección de país. Se ha visto con claridad en lAlicante y València.
El secretario general en Alicante, el diputado David Cerdán, incluso llegó a pedir tras las últimas elecciones generales una voz propia del PSPV, para diferenciarla de la del Consell, presidido por Puig.
En València la tensión, que viene de lejos, ha ido en aumento con la crisis que derivó en la caída de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE. El líder provincial, José Luis Ábalos, ha sido uno de los principales apoyos de Sánchez, mientras Puig participaba en la operación de destronamiento y ahora respalda a Susana Díaz.
Tensiones las ha habido incluso con el secretario general en Castelló, el secretario autonómico de Turismo Francesc Colomer.
La estructura provincial del PSPV es hija del congreso federal de 2008. El argumento fue entonces ajustar la organización a las circunscripciones electorales. Pero supuso relegar 30 años de historia comarcal del PSPV, desde su creación. Ambas divisiones coexisten en la actualidad, una duplicidad que se quiere evitar. Y con eso, también, borrar un foco de conflictos.
