Pocas carreras hay tan largas en la política valenciana. José Cholbi (Xàbia, 1938) fue funcionario en tiempoos de Franco, tuvo un cargo menor en el Gobierno de Arias Navarro y participó en la primera Alianza Popular. Conoce las Corts Valencianes desde 1983. Fue diputado en la primera legislatura para, después de una década larga en Madrid como senador y diputado del PP, regresar en 1995 para una larga estancia en la cámara autonómica, hasta que en 2009 los grupos lo designaron defensor del pueblo valenciano. El Síndic rehúye hablar de política y esquiva dar consejos a Isabel Bonig, pero entre líneas se puede leer su rechazo al trato económico que el Gobierno de España da a la C. Valenciana.
P ¿Qué fotografía de la sociedad resulta de las quejas que presentan los valencianos al Síndic?
R Una sociedad inquieta, muy preocupada por cuestiones sociales, como educación, servicios sociales, vivienda pública, menores… Una sociedad que busca respuestas más ágiles y menos burocráticas. Una ciudadanía cada vez más exigente, que quiere respuestas y con una actitud respetable y muy positiva en una sociedad madura.
P Oiga, ¿tienen alguna fijación con los consellers Oltra y Marzà, los «reyes» de la memoria de 2016?
R Bueno, las quejas relacionadas con las ayudas a la dependencia ocupan el sexto lugar este año. Siento una gran estima por Mónica Oltra, creo que es una persona con una gran capacidad de trabajo que ha propiciado una comunicación constante y fluida entre ambas instituciones que comparten un objetivo común: mejorar la atención a los colectivos más vulnerables. El incremento de las quejas ante la Conselleria de Educación entiendo que es algo puntual. Los cambios legislativos introducidos en el arreglo escolar, XarxaLlibres y jornada continua afectaban a muchas familias que, comprensiblemente, trasladaron sus preocupaciones a esta institución.
P Permítame, si una organización como la Mesa por la Libertad por la Educación promueve que se presenten 3.000 quejas contra la gestión del conseller Marzà, ¿no es hacer un uso de la Sindicatura para los intereses de esta entidad?
R Las quejas las plantean los ciudadanos y ellos van marcando el ritmo de nuestras actuaciones. Cada persona, entidad o asociación que acude al Síndic es escuchada e interpelamos a la Administración sobre posibles vulneraciones de derechos. Cualquiera puede hacerlo y es obligación del Síndic atender a todos.
P Sorprende que no haya prácticamente expedientes sobre igualdad de género y que la queja existente sea de un hombre defendiendo sus derechos. ¿Qué pasa?
R Desgraciadamente, la inmensa mayoría de las vulneraciones contra la igualdad de género constituyen delitos, como los malos tratos, y estos han de ser atendidos en vía judicial. Aun así, conociendo el grave problema en esta materia, en mayo haremos público un informe especial que hemos elaborado sobre la atención y protección de las mujeres víctimas de violencia de género.
P Hay más quejas en Alicante. ¿Qué explicación tiene? ¿Es porque tienen la sede allí?
R Históricamente el conocimiento de esta institución ha sido mayor en Alicante. Sin duda, la cercanía física contribuye. No obstante, con la administración electrónica la distancia geográfica no debe ser un obstáculo. Tenemos por delante ese reto.
P ¿Cuál es la conselleria o la administración más díscola?
R Afortunadamente, tanto los responsables como los técnicos de todas las conselleries se preocupan en atender debidamente las quejas que les remitimos de la ciudadanía, y es lógico que así sea, pues no se trataría de ser díscolos con esta institución sino con las personas que buscan nuestro amparo.
P ¿Usted cree que, aunque contesten a sus resoluciones, los consellers le hacen caso y modifican sus actuaciones tras sus reprimendas?
R Nos podemos remitir a los hechos. En numerosas ocasiones realizamos recomendaciones que han conllevado cambios en las prácticas administrativas e incluso en las normas. No obstante, en algunos casos hemos detectado que la aceptación de nuestra resolución no ha supuesto su cumplimiento, por lo que intentamos hacer un seguimiento exhaustivo.
P La memoria pinta una situación bastante negra de la atención a la dependencia y todo el área de bienestar social, pero ¿no falta un sesgo de memoria histórica? Lo digo porque estas políticas fueron especialmente afectadas en los anteriores gobiernos autonómicos del PP.
R Las cifras son concluyentes. Las quejas sobre la atención a la dependencia han pasado de 1.758 en el año 2013 a 837 en 2016. Se están solucionando temas importantes como la eliminación del copago, las mejoras de las prestaciones a los cuidadores no profesionales o la responsabilidad patrimonial ante los fallecimientos sin expediente resuelto. Pero a pesar de las indudables mejoras y del incremento de recursos dedicados, son muchos los problemas que nos siguen planteando. Nuestra labor no es precisamente alabar las bondades de la Administración sino más bien hacer de Pepito Grillo, es decir, denunciar vulneraciones de derecho y dictar resoluciones para ayudar a ofrecer un mejor servicio.
P Sí, pero de la Conselleria de Igualdad, por ejemplo, dice en su informe que las quejas «se eternizan» y que la situación ha empeorado en 2016. Parece que existe ahí una laguna, ¿no?
R Efectivamente, parece que hay una laguna en cuanto a dotación de personal y de medios para tramitar los expedientes y responder a nuestros requerimientos y resoluciones, lo que provoca demoras en contestarnos y, por tanto, en la tramitación de nuestros expedientes. Estos retrasos se añaden a los que las personas que acuden al Síndic ya venían soportando, de forma previa, durante muchos meses e incluso años, dando lugar en algunos casos al fallecimiento del afectado sin haber visto resuelto su problema.
P Se habla de «gobierno del cambio» al referirse al actual. ¿Usted lo ha notado (el cambio)?
R El Síndic no puede entrar a calificar globalmente a los distintos gobiernos. Nosotros atendemos las quejas de las personas que se dirigen a la institución y procuramos mantener un grado de colaboración óptimo con todas las administraciones.
P En momentos de recortes y cuando la crisis azotaba se habló de la reducción del número de entes consultivos y estatutarios. ¿Los tiempos de zozobra han pasado? ¿La Sindicatura tiene su futuro garantizado?
R La continuidad de las instituciones debe medirse por su eficacia. Nuestra mayor garantía en este sentido es la necesidad de dar amparo a las personas que acuden al Síndic para que defendamos sus derechos.
P ¿Considera que hay un exceso de organismos de control? ¿No habría que redefinir funciones y competencias?
R Eso es competencia del Parlamento valenciano. Yo no debo entrar a valorar la actuación de las Corts sobre la creación del nuevo entramado institucional.
P ¿Y usted piensa continuar después de 2019, cuando vence el mandato actual?
R No. Mi etapa como Síndic termina con este mandato, en julio de 2019.
P El Síndic y sus dos adjuntos son hombres. ¿Qué pasa con la paridad en la institución?
R Desde sus inicios la Sindicatura siempre ha cumplido la paridad. En este último mandato, propuse a los dos adjuntos por su valía y profesionalidad, y las Corts ratificaron esta propuesta.
P ¿Cree que debe regularse sobre esta paridad, como propone Compromís?
R Sí, estoy totalmente de acuerdo. Creo que puede ser positiva la propuesta.
P «Greuges» significa «agravios». ¿Está de acuerdo -lo acaba de decir el exministro Margallo- con que el Gobierno de España maltrata al territorio valenciano en inversiones y financiación?
R Los datos de financiación por habitante y de inversiones son objetivos. Es evidente que necesitamos mejorar nuestra financiación para poder prestar unos servicios de calidad.
P O sea, que cree que hay maltrato...
R Lo que quiero decir es que sin una financiación adecuada no es posible satisfacer las prestaciones y servicios que demanda la ciudadanía.
P ¿Cree que hay que movilizarse contra los presupuestos? ¿Irá el día 25 de abril al acto de las Corts?
R Asistiré el día 25 al acto conmemorativo de las Corts, como todos los años.
P Hablando de política, ¿echa de menos el escaño o le cansan las trifulcas entre partidos?
R Recuerdo con mucho cariño mi etapa parlamentaria, pero creo que el trabajo en el Síndic es una de las tareas más gratificantes que he tenido la suerte de desempeñar.
P ¿Qué consejo le daría a Ximo Puig?
R Que los derechos de todas las personas sean el eje de sus políticas y que continúen escuchando y atendiendo las recomendaciones del Síndic.
