Terminó el proceso de participación pública a través del cual los municipios podían hacer alegaciones al Plan de Acción Territorial del Litoral (Pativel), el modelo que redibujará la costa valenciana y que ha provocado las quejas de diversos municipios. Entre ellos, Alcalà de Xivert, Oliva y Benissa, las tres localidades que más alegaciones han aportado durante este periodo de participación.

En concreto, un total de 53 municipios de los 74 que se encuentran en el área de actuación del Plan han presentaciones alegaciones contra este proyecto durante la primera fase del proceso de participación. De ellos, unas 20 localidades, el 40%, ha sido por una interpretación errónea de este plan porque no están afectados. Así lo explicó en rueda de prensa la titular de este departamento, María José Salvador, acompañada por el director general de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje, Lluís Ferrando. La segunda fase comenzará el próximo mes de mayo con el objetivo de que llegue a las Corts «lo más rápido posible».

La consellera lamentó que la «hipoteca urbanística por la mala gestión del PP» ha llevado a que en estos momentos haya en los tribunales demandas de responsabilidad patrimonial «que ascienden a 930 millones de euros».

Concretamente, el Pativel ha recibido 455 alegaciones diferenciadas, de las cuales el 52 % se refieren a cuestiones generales de normativa como la falta de motivación, la memoria económica, la seguridad jurídica o la cartografía, mientras que el 48 % restante han sido escritos sobre situaciones concretas de particulares o por detalles de cuestiones jurídicas. Por otro lado, el 34% de los municipios, 18 de ellos, han presentado escritos de alegaciones en las que piden aclaraciones o aumentar la protección, frente al 13% que muestra rechazo al proyecto. No obstante, Salvador ha puntualizado que en algunos casos como es El Puig han aceptado las explicaciones de la Conselleria tras mantener reuniones con ellos.

En cuanto a las zonas, el 67% de las alegaciones se concentran en Alcalà de Xivert, Oliva y Benissa. Por lo tanto, para Salvador el balance es «positivo» porque en el estudio de las alegaciones «se ha evidenciado que algunos han querido hacer mucho ruido pero la realidad es que el plan da seguridad jurídica y es aceptado por gran parte de las zonas», apuntó.

Mejoras

Tras las alegaciones, la consellera informó de algunas mejores que se van a aplicar al proyecto. Así, se incorporarán nuevas fichas de cada una de las zonas que contempla el plan con el objetivo de simplificar la información y así evitar las interpretaciones erróneas que se han producido. Asimismo, se incorporará una «ortofoto» además de la cartografía oficial y cada ficha adjuntará una justificación sobre los diferentes valores por los que se cataloga el suelo como ecológico, cultural, agrícola, paisajístico, de protección del riesgo o territorial. También se incluirá una descripción del lugar y de los sectores urbanizables que puede afectar.