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Análisis

Madrid teme el coste electoral

Preocupación en la dirección nacional porque se proyecte una imagen de división en la provincia de Valencia que afecte a sus expectativas electorales - Fuentes de Génova critican el papel de Bonig

Madrid teme el coste electoral

La fractura abierta entre los populares de la provincia de Valencia tiene especialmente preocupada a la dirección nacional del PP, en la calle Génova de Madrid. En dos años habrá elecciones autonómicas y municipales y a nadie escapa la posibilidad de que puedan adelantarse las elecciones generales, por lo que las cuentas electorales están muy presentes en los cálculos de Génova.

Por ello, en la capital son conscientes de que lo más nefasto en estos momentos para las expectativas electorales del PP es proyectar una imagen de división, como va a ocurrir en la provincia de València donde dos candidaturas, las del presidente provincial, Vicente Betoret, y la de la diputada provincial, Carmen Contelles, van a medirse en las próximas semanas. La preocupación en la calle Génova es máxima.

Incluso ayer fuentes populares citadas por la agencia Efe llegaron a calificar de «decepcionante» el papel que está jugando la presidenta de los populares valencianos, Isabel Bonig, después de que Génova fracasara ayer mismo en el intento ´in extremis´ de evitar la alternativa de Contelles avalada por la propia Bonig.

En Madrid sostienen que ello no ayuda a unir al partido, mientras que en la dirección autonómica, ya legitimada tras el triunfo de Bonig en el congreso autonómico, entienden que dos listas y la votación de los afiliados fortalece a la formación.

Pero en Génova hay temor incluso a que la fractura resulte irreversible y el partido se parta en dos. La dirección nacional apuesta abiertamente por Betoret, que de hecho salió reforzado en el congreso nacional del pasado mes de febrero, donde el actual presidente provincial supo jugar sus bazas y sacar partido de la buena relación personal que mantiene con uno de los hombres fuertes de Génova, Fernando Martínez Maíllo, además de con otro de los coordinadores, Juan Carlos Vera, quien ayer también participó en la reunión en la que ambos trataron de convencer a Contelles y a la vicesecretaria del partrido, Eva Ortiz, de que lo mejor para la formación era que la exalcaldesa de la Pobla de Vallbona abandonara sus intenciones de presidir el PP provincial. Otro dato más que da a entender la preocupación máxima del PP nacional sobre la crisis abierta en la provincia de Valencia es que fue el propio comité de dirección del PP presidido el pasado lunes por el presidente del partido y del Gobierno, Mariano Rajoy, el que decidió la intervención en la provincia de Valencia para evitar la confrontación. Pero el acercamiento entre Contelles y Betoret es ya imposible.

En público, Isabel Bonig, se mantiene neutral, pero es ella la que alienta la candidatura de Contelles y parece dispuesta a abrir con Contelles una nueva etapa en el partido en la provincia de Valencia, ahora dominada por Betoret, que permaneció durante años bajo el manto del rusismo y que, de momento, ha salido indemne de la causa judicial que afecta a su mentor y a muchos de sus antiguos colaboradores.

Contelles ya realizó recientemente una demostración de que se su candidatura tiene músculo y predicamento entre las bases y su fotrografía con más de un centenar de cargos de la provincia irritó sobremanera a Betoret, quien incluso denunció que presiones a cargos de base del partido para secundar la llamada de Contelles.

La batalla está servida y ya no hay vuelta atrás pese al intento in extremis de Madrid.

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