Todos quieren saber qué va a pasar con la ESO. La Generalitat instó ayer al Ministerio de Educación a publicar el real decreto que regula las condiciones para obtener los títulos de graduado en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y de Bachiller con el fin de que la Administración autonómica pueda informar, «como es debido», a los centros. La petición se produce después de que haya trascendido un proyecto ministerial de real decreto. El ministerio contempla un proyecto normativo que permitirá que los alumnos obtengan el título de la ESO y pasar a primero de Bachillerato con dos asignaturas suspendidas, siempre que estas dos no sean Lengua Castellana y Matemáticas. El borrador especifica además que la materia Lengua Cooficial y Literatura -en el caso de la Comunitat, el valenciano- tendrá la misma consideración que Lengua Castellana en aquellas autonomías con lengua propia.

Al respecto, desde el departamento que dirige Vicent Marzà señala que la conselleria «tiene preparado el borrador de orden de evaluación desde hace tiempo» y añade que «quien tiene que hacer el trabajo para que se pueda informar como es debido a los centros educativos es el ministerio, puesto que ha de publicar el real decreto de titulación».

En cuanto la titulación de Bachillerato, el alumno deberá obtener la calificación positiva de todas las materias de los dos cursos de la etapa y la nota final será la media aritmética de las calificaciones numéricas obtenidas en cada una de las asignaturas cursadas en Bachillerato, expresada en una escala de cero a diez puntos con dos decimales.

Esto será así mientras se lleven a cabo las negociaciones para el Pacto de Estado social y político por la Educación. La regulación se establecerá a raíz del real decreto ley de diciembre pasado que dejó sin efectos transitoriamente las evaluaciones finales de ESO y Bachillerato previstas en la Lomce para conseguir los títulos de estas etapas. Las llamadas reválidas.

Libertad en la prueba final de 6.º

Además, el mismo proyecto estipula que las comunidades autónomas podrán no incluir a los alumnos que presenten necesidades educativas especiales o específicas de aprendizaje en la prueba final de sexto de Primaria, que debe llevarse a cabo con carácter muestral este curso durante los meses de mayo y junio.

Ese punto ha sido criticado por el Consejo Escolar del Estado, que considera que «las posibles exclusiones reguladas en este apartado podrían incidir negativamente en el establecimiento riguroso del diagnóstico sobre la situación real» y pueden quedar «alterados» los datos resultantes. La evaluación final de sexto curso de Educación Primaria, diseñada en la Lomce, pasó a ser una prueba muestral con finalidad diagnóstica de acuerdo al real decreto que cambió la Lomce.