La jornada frenética del miércoles, que abrió en canal al PP de la provincia de Valencia con la junta directiva provincial más tensa y tormentosa que se recuerda, tuvo réplica ayer. El congreso de confrontación está servido y Génova no solo quiere tutelar el proceso, sino que está dispuesta a intervenir con todos los medios a su alcance para proteger al actual presidente, Vicente Betoret, y descabalgar a su rival, Carmen Contelles, a la que ya ha intentado sacar de la pista en varias en ocasiones, aunque, de momento, sin éxito.

Los cañones de Génova apuntan a un PPCV en rebeldía y el encargado de sofocar la revuelta que lidera en público la candidata Contelles pero anima en la sombra la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, es el número tres nacional, el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maillo.

A primera hora de ayer, cuando aún resonaban los gritos de «tongo», «pucherazo» y «queremos votar» en la sede del PP de València, Maillo aseguró en Radio Nacional que intervendrá «con lo que sea necesario» para lograr la unidad.

Palabras mayores que en el partido comenzaron ayer a interpretar como el aviso de Madrid de que podría forzar una gestora, lo que retrasaría la celebración del congreso, aunque sería una medida que muy pocos entenderían; y más después de que Contelles haya ganado el primer envite, en la votación en la que tumbó por 24 votos la propuesta de Betoret para el comité organizador de un congreso que todavía no tiene fecha.

Maillo: «Una sola candidatura»

Maillo dejó claro su deseo: «Necesitamos unidad y una sola candidatura; tenemos mecanismos para actuar cuando se puede afectar a las expectativas electorales y a la dignidad de los afiliados», lanzó, lo que ha despertado todas las especulaciones sobre hasta donde podría llegar Madrid.

En estos casos, desafiar a la dirección nacional no suele ser una buena estrategia. Pero Carmen Contelles volvió a hacerlo ayer por segunda vez en dos días. Si el miércoles rechazaba apartarse de la carrera por la presidencia del PP tras una reunión celebrada en Madrid con presencia del propio Maillo, ayer, y a los pocos minutos de que el número tres de la dirección nacional anunciara que Génova prepara la intervención, Contelles di,fundía un vídeo en el que hacía oficial su candidatura, que tendrá que formalizar cuando se convoque la junta provincial, aunque ello no ocurrirá hasta que no se serenen los ánimos, muy exaltados tras las tensas últimas 24 horas.

Contelles convocó anoche en el Casino de Sedaví a un centenar y medio de cargos y simpatizantes en una cena de apoyo a sus aspiraciones para la presidencia.

Bonig trata de rebajar la tensión

Mientras, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, exhibió ayer una imagen de neutralidad en el convulso proceso provincial tras lo ocurrido el día anterior y después de que Contelles oficializara su candidatura. Bonig se reunió con Betoret y la aspirante «para intentar la rebajar la tensión», según las fuentes. En el encuentro se acordó que los dos aspirantes «se pongan a trabajar para conciliar y hacer una lista conjunta para el Comité Organizador del Congreso». Pero, el congreso ya no será a cara de perro, sino de completa fractura.